Que la equivocación de personal de la Fiscalía General del Estado, al meterse a una casa de un matrimonio de la tercera edad, confundiéndola con una propiedad del ex diputado federal y local Eukid Castañón Herrera, no fue realmente una equivocación, sino un golpe para seguir poniendo el mal al titular Gilberto Higuera Bernal.
Que entre los colaboradores del Fiscal sinaloense se encuentra la intención de hacer todo lo posible por dejarlo mal parado para que se considere que es necesario que se enferme y pida un permiso para ausentarse.
Que entre quienes están haciendo la maldad se encuentran, Alejandra Odette Flores Ventura, directora de las Unidades Especiales de Investigación, además del Fiscal Jaime Huerta, quién aún no pierde las esperanzas de ser nombrado titular.
Ambos personajes, gente de total confianza de la pasada administración morenovallista, prepararon el tema de la equivocación, para hacer quedar mal a su jefe directo y para ayudar a su otro patrón, quién en estos momentos es huésped del Cereso de San Miguel, donde enfrenta de manera inicial cargos por el delito de extorsión, pero que de un momento a otro podrían aumentar.
Quienes envían los reportes de la zancadilla qué le pusieron a su jefe, además de solicitar se omiten sus nombres por temor a represalias, indican que no es la primera vez que dejan mal a la institución con tal de lograr la renuncia de quién le dio la total confianza y hasta el momento no les ha pedido su renuncia.
De hecho, existen antecedentes de que el Fiscal Jaime Huerta presume tener un parentesco con el actual jefe de estado, como para que de un momento a otro le dé una responsabilidad en su administración y ésta pueda ser la misma Fiscalía General del Estado.
Del asunto de Alejandra Odette Flores Ventura, tampoco les extraña que haya participado en hacer quedar mal a su patrón, luego de que ella misma presume ser la que controla todos los hilos de la institución.
Que todos los funcionarios de primer y segundo nivel de la Fiscalía, están obligados a hacer lo que la "patrona" quiera y que incluso hay quienes tienen miedo, porque además de su quehacer político es toda una maestra en la alquimia.
Y las zancadillas van a continuar.
Nos vemos cuando nos veamos.