Aunque algunos estados como Tabasco ya lograron controlar el número de contagios por Covid 19 y sus curvas comienzan a decrecer, en Puebla aún nos falta tiempo para alcanzar el pico y varias semanas antes de pensar en el desconfinamiento.

En términos prácticos, hoy se ve mucho más viable que otras entidades retomen sus actividades económicas y sociales, antes que nosotros.

Esta situación, que el subsecretario Hugo López Gatell calificó anoche como inusual, refleja el comportamiento de gran parte de los poblanos que en la primera semana de abril decidieron relajar el confinamiento y las medidas de Sana Distancia, provocando con ello que la mayor incidencia de casos positivos se registrara entre el 18 y 26 de marzo.

La gráfica de casos positivos presentada anoche también muestra que el 29 de marzo, la curva comenzó un descenso pero una semana después hubo un rebote en la incidencia de casos confirmados de Coronavirus.

Los modelos matemáticos realizados por el Conacyt presumen que entre el 13 y 16 de mayo, es decir esta semana, se alcanzará el acmé, el punto más alto de casos confirmados. También prevén que el 29 de julio se termine con la primera oleada de la epidemia en Puebla.

Sin embargo, las estimaciones no prevén comportamientos sociales como la instalación de tianguis, los torneos de futbol locales o la visita masiva de compradores a pizzerías y pastelerías.

Es probable que los datos publicados este lunes, antes hubieran sido del conocimiento del gobierno estatal y por ello Miguel Barbosa tomara las medidas poco populares pero necesarias como el Hoy no Circula y el cierre de negocios no prioritarios en los mercados.

Militarizando las calles

Hace más de 15 años que México se encuentra inmerso en una discusión, la mayoría se ha pronunciado en contra de entregar la seguridad pública a los mandos militares.

Algunos de quienes hoy representan a Morena en el Congreso de la Unión, fueron férreos opositores a que Felipe Calderón o Enrique Peña facultaran a las Fuerzas Armadas para poner orden en las violentas calles del país.

Sin embargo, este lunes el presidente Andrés Manuel anunció que el ejército sí realizará tareas de seguridad pública y les concedió hasta 5 años para operar.

¿Usted se imagina cuál habría sido la reacción del propio AMLO y la de sus seguidores si la medida hubiese prosperado en alguno de los sexenios anteriores?

Habrá que recordar que el entrenamiento militar se realiza pensando en situaciones extremas, de guerra, más no en un proyecto de prevención de la violencia.

Los militares son excelentes elementos en la aplicación del plan DN-III y otras tareas relevantes para el país, ponerlos a combatir a delincuentes es un despropósito.