Se llama Luis Ricardo Oliva González, es el agente del ministerio público que se encuentra en la delegación Sur, de Valsequillo, para ser precisos.

Si esta breve historia apareciera en redes sociales, entonces el ministerio público sería conocido como "Lord Luis Ricardo MP”, porque cuidado y lo agarres de malas, te hace la vida imposible, sobre todo si necesitas que te atienda como víctima de un delito.

Nuestro personaje tomó conocimiento de un incidente vial, ocurrido el pasado 7 de marzo, a las 16:15 horas, en la 16 de septiembre y Boulevard 5 de mayo, rumbo a Plaza Dorada.

Un vehículo Tsuru Taxi, en un corte de circulación, golpeó a un Peugeot de color blanco, tripulado por Mario C. H, que lo utiliza como Uber y DiDi, causándole daños al conductor y al vehículo.

El conductor del Peugeot, se bajó a tomar fotografías y vídeos del percance, lo que aprovechó el conductor del taxi para tratar de darse a la fuga, por lo que el afectado trató de detenerlo y como consecuencia fue arrastrado por casi tres calles, hasta que el sospechoso del accidente fue detenido.

El taxista y el conductor fueron llevados las oficinas de Tránsito Municipal, que se ubican por el Parque Ecológico, en la zona de El Mirador, donde el conductor del taxi, ahora sí se dio a la fuga, sin que nadie le dijera nada, aunque dejó el vehículo abandonado.

El caso fue llevado a la delegación del Ministerio Público, que se encuentra en Valsequillo, con Luis Ricardo Oliva González, quién en lugar de brindar atención a una víctima del delito, se mostró déspota y altanero, además de que se sintió ofendido, porque Mario le dijo que conocía a una empleada de la Fiscalía con el nombre de Sagrario.

Y comenzó el calvario para el conductor del Peugeot.

El dueño del taxi apareció en la delegación y se negó a pagar las lesiones que Mario sufrió, al tratar de detener al taxista, consistentes en el rompimiento del ligamento de un hombro, dijo que sólo se haría cargo de los daños al vehículo, a través de su aseguradora.

Pese a que Mario no aceptó el término, el día 26 de abril, fue citado, junto con su señora madre, de 73 años de edad, quien es la dueña del Peugeot, y de plano el servidor público les dijo, qué le valía si otorgaban o no el perdón, pero qué el iba a entregar el taxi.

Y así lo se encerró en su oficina, con la madre de Mario y materialmente la obligó a firmar el perdón, diciéndoles que el caso de las lesiones era aparte, además de que ese día entregó el taxi.

Para que a Mario le regresarán el Peugeot, fue hasta el 13 de mayo, luego de hacerlo dar vueltas y vueltas, y después de que el afectado tuvo que acudir a la Fiscalía General del Estado (FGE), donde no le quedó de otra que acusar al mal servidor público.

Consecuencia de esa espera, y pensé que fue víctima de un delito, tuvo que pagar 5 mil 600 de corralón, además de que no le han pagado sus lesiones, y necesita 40 mil pesos para que le operen el hombro, sin tomar en cuenta que ya pagó otros 8 mil en fisioterapeutas medicamentos para dolor.

Pero eso sí, "Lord Luis Ricardo MP", sigue como si nada, haciéndole la vida imposible a quién le llega a caer mal.

Nos vemos cuando nos veamos.