La pobreza e ignorancia se mezclaron con factores como la falta de cervezas e hicieron un coctel mortal para medio centenar de poblanos.

Al cierre de esta columna, 42 personas habían perdido la vida en las últimas 72 horas por beber alcohol no apto para el consumo humano, adulterado, le llaman algunos. Otras 11 se encuentran hospitalizadas y su situación se considera: grave.  

Estas bebidas que se comercializan con precios muy por debajo de los costos de cualquier botella de marca, carecen de una regulación sanitaria y en muchos casos son preparaciones o destilados que se realizan de manera “casera”, sin mayor calidad que los cálculos de algún astuto.

Las muertes por el consumo de estas bebidas embriagantes llevaron al municipio de Chiconcuautla a declarar una Emergencia Sanitaria que incluyó un llamado urgente para que la población acuda a los hospitales en caso de presentar síntomas por intoxicación. La alerta también se extendió en otros cuatro ayuntamientos del norte de Puebla.

El caso de Puebla, por desgracia no es el único en el país. Hace dos semanas Intolerancia Diario dio cuenta de 16 muertos en Jalisco por la ingesta de tequilas “pirata”. Ayer Morelos y Yucatán confirmaron 14 y siete decesos por la misma causa.

Y es aquí donde uno se pregunta, ¿Dónde está Cofepris?, ¿Por qué en lugar de obstaculizar la entrada de pruebas para detectar el SARS-CoV-2 en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, no se dedica a sancionar y evitar que los mexicanos beban alcohol no apto para el consumo humano?

Los casos de muertos en México por el consumo de alcohol, comúnmente conocido como adulterado, reflejan también que alguien en el gobierno federal no midió el impacto negativo de suspender de un plumazo la producción de cervezas en el país.

AMLO se lava las manos y avienta la bolita

Desde este espacio hemos contado día a día la falta de estrategia del gobierno federal para combatir la epidemia del Coronavirus, así como la crisis económica que azota al país.

Al parecer, Andrés Manuel ya se hartó de ser a quien se le responsabilice por el pésimo trabajo en materia de salud y decidió que lo más sano es que cada gobernador se haga bolas con sus enfermos y muertos.

Aunque es constante el reclamo de gobernadores por la falta de apoyos federales, serán los gobiernos locales quienes tomen las riendas de sus territorios y decidan cuándo y cómo levantar la cuarentena.

De esa manera, si las cosas salen mal, es decir, si aumentan los contagios y muertos por apresurar el fin del confinamiento, AMLO fácilmente podrá culpar a los gobernadores y lavarse las manos.

Otras matemáticas

Ya sabemos que en el gobierno de López Obrador tienen otros datos y al parecer también aprendieron otras matemáticas.

Anoche, el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell explicó que para él, aplanar la curva era lograr que los contagios diarios sean menores a los que ellos mismos pronosticaron, esto independientemente de que en números reales, los casos cada 24 horas sean mayores, ¡Vaya manera de entender de las matemáticas!