Aún hay muchas dudas de las fechas en que iniciemos con la llamada Nueva Normalidad, tan anunciada por el gobierno de la República y tan esperada por millones de personas en México ante el azote del Covid-19.

Lo cierto es que no regresaremos a la vida que llevábamos antes de que llegara la pandemia del nuevo coronavirus al país, que desatará hasta ahora ya cerca de 5 mil muertos.

Lo dijo claro Hugo López Gatell, encargado de la estrategia contra la pandemia en México a pregunta expresa de Denisse Maerker en su noticiario nocturno.

-¿Cuándo regresaremos a la vida normal que llevábamos antes?

-¡Nunca!

Y es que lo que ha sucedido en el planeta entero, romperá todos los paradigmas.

Habrá un antes y un después del Covid-19.

En México y por ende Puebla, estamos muy alejados de que la pandemia culmine, tal como ocurre en el mundo entero.

Hasta ahora nadie se ha librado y no se ve para cuándo.

Pero ya a muchos les urge reactivar la economía, sobre todo a los más poderosos.

Una vez que bajen los brotes y contagios, se regresará a la vida activa para levantar esa economía que se ha caído como pocas veces en la historia contemporánea.

Va a ser muy difícil hacerlo, sobre todo porque ni por cerca habrá la misma movilidad que antes.

El distanciamiento social será la premisa, porque el coronavirus seguirá latente para enfermarnos por miles o hasta millones.

Simples matemáticas.

Si en el peor de los casos se llegan a infectar más de uno o dos millones de personas en México, aún quedarán 124 millones de habitantes latentes de contraerlo.

Esto representa un universo enorme para seguir propagándose la enfermedad Covid-19.

Ahora, la presión de Estados Unidos para reiniciar las actividades sobre todo en el ramo automotriz, está pesando mucho para reabrir la economía en México, que afectará a Puebla.

Y todo por la cadena de productividad que necesitan y quieren reactivar en el vecino país del norte.

Esta situación se da justo cuando la pandemia crece en puntos críticos.

No por nada se siguen comprando y llegando ventiladores con equipo médico a México desde el extranjero.

Por lo tanto, la nueva normalidad o nueva realidad, ha llegado para quedarse y hay que acostumbramos a ella.

Ahora, tan solo el salir a la calle será muy distinto.

¿Con qué confianza usted irá a un evento masivo, incluidas fiestas particulares a sabiendas que cualquier persona ahí puede contagiarlo?

Váyase acostumbrando a portar siempre el gel antibacterial, cubrebocas y hasta caretas, que ya serán prendas indispensables para las actividades.

Por ejemplo, ahora en los antros y restaurantes, ya no deberá haber multitudes ni contactos cercanos.

En el transporte público deberá ser igual, pero desgraciadamente no me los imagino vacíos.

Las personas de la tercera edad tendrán un enorme riesgo no solo al salir a las calles, sino por los parientes con quienes viven, quienes tendrán que reiniciar actividades con el peligro de llevarles el coronavirus.

De miedo el panorama.

Por eso las medidas sanitarias tendrán que seguir.

Todas estas situaciones van a ser de gran peligro y por ende la economía va a caminar muy lento en su recuperación.

Solo puede cambiar el panorama cuando surja el efecto rebaño, se invente la vacuna o un medicamento eficaz contra el nuevo coronavirus.

Para eso faltan muchos años.

El efecto rebaño, es simplemente que la gente que ya haya contraído el virus genere la inmunidad natural y por lo tanto, cada vez sean más, para bajar así la probabilidad de encontrarse a algún enfermo que pueda contagiar.

La vacuna, en el mejor de los casos, podría ser inventada en un año o dentro de 18 meses.

Pero el inocular a la mayoría de habitantes del planeta –para crear el efecto rebaño- podría tardar hasta dos años más, misma situación de un medicamento eficaz.

Al planeta le está pasando como cuando alguien se fractura gravemente.

Primero se tiene que enyesar u operar la lesión.

Después se tiene que esperar a que suelde el hueso.

Posteriormente se pasa a un tratamiento para poder volver a caminar poco a poco a paso lento para no volver a fracturar.

Una vez caminando, no se vuelve a ser igual.

Al menos correr como antes, ya no se podrá.

Prepárese para el nuevo paradigma, váyase mentalizando.

Tiempo al tiempo.