Del mes de mayo a la fecha, tiempo del mayor confinamiento en territorio poblano han ocurrido 7 homicidios en agravio de mujeres, la mayoría de estos, por no decir todos, han sido calificados como feminicidios, de los que ninguno de los responsables ha sido detenido.

La Fiscalía General del Estado no ha podido esclarecer ninguno de estos crímenes, además de que tampoco ha informado de estos mismos, ante el riesgo de que las críticas sigan oscureciendo los pocos meses de Gilberto Higuera Bernal como fiscal General del Estado.

De hecho, del mes de marzo a los últimos días de abril, durante el inicio del riesgo de contagios por Covid-19, en Puebla se registraron 16 homicidios de mujeres, de los que la FGE aportó muy poca información.

Higuera Bernal debe de tener la idea de que con silencio de todos estos homicidios Puebla no va a seguir ocupando los primeros lugares en delitos considerados graves y de alto impacto.

El viernes 8 de mayo, en una de las laterales de la autopista México-Tuxpan, en el municipio de Jalpan, fue encontrada la osamenta de una mujer que estaba amarrada de pies y manos, tenía una herida en el cráneo al parecer de un balazo.

El lunes 11 de mayo, en una de las márgenes del río de Tlahuapan, del municipio de Chiconcuautla, fue hallado flotando el cuerpo de una mujer que fue asesinada en forma violenta.

El domingo 17 de mayo, en uno de los departamentos de la Unidad Habitacional Moisés Sabah, un sujeto de 22 años, drogado, asesinó a golpes a su abuelita y dejó mal herida a su mamá, tras sostener una fuerte discusión. El homicida logró escapar.

El lunes 18 de mayo, en el salón de fiestas Villa Jardín, en el municipio de Tecamachalco, fue hallado flotando en la alberca el cuerpo flotando de una joven mujer, que fue asesinada en forma violenta. La occisa habría participado en una fiesta Covid-19.

El sábado 30 de mayo, en el barrio de San Cristóbal, en el interior de una combi abandonada en paraje Casahuatera, fue hallado el cuerpo sin vida de María de los Ángeles, de 46 años de edad, que fue asesinada a golpes por sujetos desconocidos.

El jueves 4 de junio, trascendió el caso del asesinato de Ana Bárbara Reyes Calderón, de 19 años de edad, desaparecida el viernes 22 de mayo, cuando salió de su domicilio en la colonia Coyopotrero, de la Junta Auxiliar de San Jerónimo Caleras, quien fue hallada en estado de descomposición, amordazada y abandonada en una barranca de antiguo camino a Cuautlancingo. Junto al cuerpo de esta mujer fue hallado el cuerpo de un varón, de quien no se reveló la identidad.

El sábado 6 de junio, en el fondo de una barranca que se ubica en la lateral de la carretera Izúcar de Matamoros a Acatlán de Osorio, en la población del Tepenene, fue hallado el cuerpo sin vida de una mujer que presentaba huellas de golpes y signos de haber sido violada.

Hasta aquí la lista de crímenes de mujeres en Puebla durante un mes de pandemia.

Es parte de una severa crisis de inseguridad que afecta a las mujeres poblanas y de la ineficiencia que arrastra también al director de la Agencia Estatal de Investigación, Gerardo Mejía Granados.

Nos vemos cuando nos veamos.