Tal parece que ya resta poco para seguir entorilados en casa. Se han dado a conocer las nuevas regulaciones para la vuelta del público a las plazas de toros en España y Portugal. Es en Andalucía, donde se anuncian ya próximos festejos. Mucha higiene, venta de entradas en línea, señalamientos para guardar distancias, son algunas de las medidas a tomar y seguir según la llamada “nueva normalidad” y de acuerdo al último Decreto Real (martes 9 de Junio) NO regirán porcentajes de ocupación del aforo, pero sí respeto al distanciamiento de 1.5 metros, y el uso de cubre bocas y en Portugal se hará sin tomar en cuenta ninguna fase o etapa. Por lo pronto, no se verán los entradones como éste que vemos en la Foto de los tendidos del célebre Bar El Panteón Taurino de León, Guanajuato, donde “hombro con hombro” las botellas de licores, brandis y demás llenan las localidades tras la barra.

Y, hablando de diferencias, aquí vamos con notable retraso en la lidia contra el Covid-19 y por lo pronto ya también se anuncian cancelaciones de ferias de Texcoco, que cancela en definitiva su Feria del Caballo, provincia Juriquilla que daba importantes corridas en los días patrios también cancela. A propósito de condiciones, lo que ahí hace falta, en esa plaza la Fernando de los Reyes El Callaoen Huamantla; una sola calle cerrada con una sola puerta de entrada, es la única vía de acceso a la Plaza, por ahí es por donde entra el público de todas, todas las localidades, trabajadores de plaza, transporte de ganado, toreros, actuantes, vendedores: absurdamente hasta el servicio médico y ambulancias. Pero lo más absurdo se ha dado en tiempos de que un munícipe era a la vez propietario de la gasolinera ubicada por atrás de la plaza con un muy amplio estacionamiento. Entonces sí se abrió una puerta directa al patio de cuadrillas, por donde entraban toreros, servicio medico, trabajadores de plaza; caballos, cabestros, mulillas de arrastre y demás autoridades municipales, -en ese orden de jerarquías-, cuetlapaches influyentes que hasta llave propia de esa puerta tenían. Mientras, en las escuelas taurinas que manejan profesionales, en las que la distancia bien puede cuidarse, ya han reiniciado las clases. (FOTO 2)

Un verdadero gran gusto que lectores y amigos compartan comentarios, críticas y sobre todo gratos recuerdos, como éste que viene de uno de los pocos aficionados que ya vamos quedando de los asiduos al Toreo de Puebla, salido de memoria de don José Luis Ayala, periodista taurino desde aquellos tiempos y se refiere a lo por nosotros publicado sobre el grato recuerdo de Antonio Lomelín, dice el señor Ayala que Lomelín toreó varias veces en Puebla y en una de tantas alternando con Leonardo Manzano y Robert Rayan, incluso recibiendo cornada; de su entrega al torear y las pasiones que levantaba en el tendido eran atronadoras, recuerda que cuando le vio, él estaba detrás de una señorita, rosario en mano y al ver que Antonio se ponía de rodillas para dar un farol; ella, puesta de pie, gritaba: ¡No, Antonio. Así Noo! Y vino la cornada. En la foto, su manera de instrumentar el cambiado por la espalda que comentamos hace 8 días.

Regresemos a los recuerdos, toreaba Lomelín en ese inolvidable escenario de la colonia La Paz, en el Toreo de Puebla, inicios de los 70s. Ocupábamos un palco de contra-barrera en el que junto con el Ganadero Sabino Yano Sánchez estaban sus hijas Dina y Paz con Sabino Yano Bretón. Sus hermanas, bellas amazonas habían partido plaza. Después del corte de 2 orejas, Lomelín daba triunfal vuelta al ruedo y al pasar frente a nuestro palco, Sabo le aventó su Marsellés, el matador no permitió que la elegante prenda tocará la arena del ruedo y estirando el brazo lo atrapó en el aire, continuó su vuelta al anillo, entró al callejón por la tronera del burladero de matadores, aun con el marsellés en el antebrazo, llegamos a mal pensar que con todo y su chulería, se quedaría con el, cuando sonriente se acercó a nuestro palco. Saludando a Sabino le dijo: “Sé muy bien, quien es usted y lo que éste marsellés representa, por eso no permití que tocara la arena y se lo vine a devolver personalmente. Gracias…” ¡De esos, de esos ya no hay! En la foto del maestro Guevara Q. E. P. D. Vemos los palcos de contra-barrera del Toreo de Puebla; en el ruedo toreando Antonio Velázquez. Nótese que NO existían los horrendos y hediondos vasos rojos en los pretiles de los palcos.

El texto de mi despedida va mucho con lo que a estos años de brega ya me está ocurriendo, es fragmento de la novela Pudor de Santiago Rocangliolo: “¡Qué carajo. Soy mayor de edad y hago lo que quiero! Y decidió seguir haciendo lo que estaba haciendo. Pero había olvidado lo que era.