Este fin de semana el gobierno de Andrés Manuel reconoció –a medias- que la pandemia del coronavirus ha causado muchos más muertos en México que los 43 mil 680 reportados hasta anoche.
Con el eufemismo “Exceso de mortalidad” el gobierno federal reconoció que en gran parte del país el número de fallecidos es superior a lo que anualmente se esperaba.
Para este 2020 y en números redondos, se estimaban 130 mil muertos por diversas causas, pero resulta que en los meses de la pandemia, exceptuando julio, se registraron más de 202 mil defunciones, es decir 71 mil mexicanos más.
Si bien es cierto que de esos 71 mil muertos, 43 mil corresponden a las cifras oficiales de víctimas del coronavirus, existen certificados de defunción de otras 28 mil personas que fueron fechados durante las semanas epidemiológicas 12 a la 26, es decir del 15 de marzo al 27 de junio.
Faltaríamos a la verdad si dijéramos que de los 28 mil fallecidos todos perdieron la vida por el Covid, sin embargo, muchos de ellos sí lo hicieron y no quedó asentado así en los certificados. Otros más deben su defunción a causas indirectas como un paro cardíaco, un coma diabético e incluso por suicidios.
La transparencia en las cifras, hay que decirlo, fue resultado de la tenacidad de muchos científicos, independientes a la 4T, que día a día rascan hasta encontrar las bases de datos de la Secretaría de Salud y otras instituciones.
Fue también a través de los medios de comunicación, esos a los que López-Gatell señala una y otra vez de ser generadores de la “infodemia”, que se conoció y difundió el descubrimiento matemático que revela que el gobierno lleva un subregistro de las muertes por coronavirus.
López Obrador y su gobierno podrán seguir con el maquillaje de cifras e insistiendo en que la pandemia esta domada y que la curva se ha aplanado pero índices como el “Exceso de mortalidad” nos revelan que los muertos de Los López continúan apilándose en el closet.
¿Obviedades o cinismo?
La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, dijo este fin de semana, palabras más, palabras menos, que si se hacen más pruebas habrá mayor número de casos de coronavirus.
Esta frase que puede entenderse como una obviedad, también refleja el colmo del cinismo si consideramos que una de las mayores demandas es que se realicen más test para conocer con precisión el número de contagiados, petición que el gobierno federal ha rechazado una y otra vez, con la intención, pareciera, de demostrar que la pandemia en México no es tan grave y que está “domada”.
Lo hemos dicho una y otra vez en este espacio, la negativa del gobierno federal por aplicar pruebas de manera masiva, busca entre otras cosas, evitar que los indicadores se disparen y se cuestione a AMLO y al subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell ante la fallida intervención.
Claro que se detectarían más casos de coronavirus, con la realización de más test, pero es precisamente lo que requerimos, conocer quiénes están enfermos, incluyendo a los asintomáticos.
Si seguimos entrapados en no hacer pruebas y que sólo se acuda al hospital cuando hay síntomas graves como dificultad para respirar, continuaremos ocasionando que la gente llegue a los nosocomios sólo para morirse.