La información dada a conocer ayer por gente al interior del PAN, podría ser el anticipo de la campaña más difícil para los panistas de los últimos años, principalmente porque se puede ir a la quiebra el partido que recién gobernó el estado y todo porque es presidido sin la limpieza ni transparencia que marcan sus propios estatutos.

Un dato revelador es que el presupuesto 2020 que ha ejercido y despilfarrado la dirigencia estatal de Genoveva Huerta, no fue aprobado por el Consejo Estatal del PAN. Al no cumplirse con la legalidad, se corre el riesgo de que el INE suspenda la entrega de prerrogativas para Acción Nacional en Puebla en el año 2021.

Para darnos una idea de la gravedad del asunto, lo que Genoveva Huerta realiza es equivalente a que el gobernador de un estado o el presidente de la república, ejercieran un presupuesto sin que previamente se aprobara una Ley de Egresos.

Hasta ahora lo que se sabe es que en la trama estarían involucrados además de Genoveva, dos de sus asesores externos que reciben jugosos contratos por asesorías: Eduardo Alcántara, y Abel Hernández, además de la pareja sentimental de la presidenta, Irving Vargas.

Éste último, quien trabaja en el partido con la complicidad de la presidenta de la Comisión de Vigilancia del Consejo Estatal, ha tratado de frenar las solicitudes de transparencia y auditorias que han pedido los integrantes de la misma para revisar y autorizar los gastos realizados.

Y si usted se pregunta de cuánto dinero hablamos, le cuento que se estiman 72 millones de pesos del año 2019 y otros 60 millones de pesos de este 2020, en suma, son más de 132 millones de pesos, una suma nada despreciable.

Si Marko Cortés no pone orden en Puebla, estará dejando que el partido, con francas posibilidades de ganar en el 2021, pierda por la falta de dinero para mover estructuras y las peleas internas.

Y para quienes digan que se trata de señalamientos sin sustento, le comento que ayer buscamos el acta de la última asamblea del consejo donde se debió aprobar el presupuesto 2020, misma que debería estar en estrados de su página y no existe… porque nunca se sesionó.

Por cierto, una duda más se suma a la inexplicable contabilidad de Genoveva Huerta ¿Quién pagará los cursos contratados a Eduardo Alcántara si no fueron aprobados por la Comisión de Vigilancia?, es pregunta sin cuadrar.