En los últimos días del mes de septiembre de 2019, Martín L. C. de 38 años de edad (a), El Martin, o Perla, jefe de una banda dedicada al robo de hidrocarburo fue asesinado de un disparo de arma de fuego, a manos de un elemento de la Guardia Nacional, por un error.

Así como lo lee el lector, por error.

El Martín se encontraba en sus terrenos de hortalizas, que tenía como para lavar dinero del robo de gasolina, cuando un grupo de militares realizaba un recorrido y lo encontró armado, por lo que se le acercaron para revisarlo y fue como a un militar que le estaba apuntando se le fue un tiro y lo mató.

Martín, antes de ser uno de los temibles jefes del huachicol, que contó con toda la protección de las autoridades del gobierno municipal, del estado y federal, se ganaba la vida como albañil y tenía su humilde domicilio en la 4 Oriente en la Junta Auxiliar de San Mateo Tlaixpan de Tecamachalco.

Quienes lo conocieron saben que tenía un vehículo muy austero y un modesto terreno donde se dedicaba a las hortalizas y después de más de un año de robar y vender hidrocarburos se hizo de una fortuna que le dio para ampliar su casa, que pasó a ser tipo residencial, de comprar más terrenos para la siembra y dedicarse a las actividades de convertirse en exportador y no precisamente de combustible.

Y entonces formó su banda, se volvió temible, se enfrentaron a bandas criminales como la de El Panes, dedicado al asalto a transportes, a quién le impidió que pasara sus unidades robadas por Tlaixpan, que era la población donde mandaba.

Su muerte debilitó a la banda, su hermano y un cuñado fueron asesinados por el crimen en organizado, tuvo otro hermano que sufrió dos atentados a quién le dispararon en 10 ocasiones y sobrevivió, todavía la cuenta.

El resto de la banda se dispersó, unos se dedicaron al asalto y a la extorsión otros ingresaron a la organización de El Panes, quién más adelante sería asesinado por el control del territorio.

El Martín fue asesinado por error, la banda que capitaneaba se manejó siempre con bajo perfil, pocos conocieron de sus operaciones, por lo que tras ser asesinado se descubrió a qué se dedicaba, antes pasaba como un humilde agricultor que con la siembra de hortalizas se volvió en un hombre importante.

Acoso a comerciantes, líderes y empresarios

Ocurrió la tarde del martes 10 de noviembre, un comerciante del Centro Histórico de la ciudad de Puebla, circulaba a bordo de su vehículo en el puente del Periférico con dirección hacia la 16 de Septiembre, iba acompañado de su familia, cuando se le cerraron dos patrullas de la Policía Estatal.

Se trata de las unidades 1076 y 1019, de donde bajaron uniformados que portaban armas largas y se acercaron a su vehículo como si fueran buscando algo o a alguien.

Los uniformados después se hablaron entre claves y mientras unos regresaban a su patrulla, los que portaban las armas largas, nomás le pidieron al conductor del vehículo que bajará del vehículo y su licencia de conducir y le dijeron que se trataba de una revisión.

El asunto no se hubiera visto tan grave sino es que el policía le dice al conductor: "toma y camínale a la de ya y no la hagas de a pedo", entregándole sus papeles”.

Dicha actitud atemorizó al comerciante porque se sintió perseguido, cómo ha venido ocurriendo, a algunos empresarios e incluso líderes de organizaciones de comerciantes.

¿Cuál es el fin?

¿Quiénes son y qué es lo que pretenden?

¿Se vale?

Nos vemos cuando nos veamos.