Cada día, el jaloneo entre las y los diferentes suspirantes a la candidatura de la presidencia municipal de Puebla es más y más encarnizado.

Cual perros y gatos, los forcejeos al interior de los partidos políticos fueron las primeras aduanas a librar.

En Acción Nacional, por ejemplo, el combate entre Genoveva Huerta y Lalo Rivera fue tan intenso que por momentos hubo dudas sobre si podrían llegar a un acuerdo que dejara conformes a los dos grupos.

Y mientras en el PAN peleaba por colocar a un o una candidata a la alcaldía capitalina, el PRI hizo honor a su “institucionalidad” y evitó las olas, simplemente esperó, mientras mostraba en Pepe Chedraui a un posible tercero en discordia.

En la división del pastel, los panistas simplemente lo partieron por la mitad y le entregaron una parte a los riveristas y la otra a los simpatizantes de Genoveva, por lo cual, ya no hubo nada más para el PRI quien se levantó de la mesa y se llevó sus canicas, para entregárselas a Pepe Chedraui.

En el tricolor, es donde menos aspavientos se han presentado, pero siendo realistas, hoy por hoy el PRI es el partido —de los tres grandes— que tiene menos posibilidades de ganar la elección. La ecuación es muy sencilla, al PRI sin el PAN no le alcanza y al PAN sin el PRI, pudiera ser que tampoco.

En el otro frente de batalla, entre las huestes morenistas, las cosas no pintan muy diferentes. Para hacerle un verdadero contrapeso a Rivera Vivanco destaparon a Rosa Márquez. Y mientras Claudia Rivera ya se enfila a solicitar licencia para pelear con todo por la candidatura, Gabriel Biestro parece desinflarse, al grado que ya algunos de sus seguidores denotan decepción y de tibio no lo bajan.

Así las cosas, en todos los partidos, las mordidas y arañones entre los suspirantes denotan que esta es una pelea de callejón sin salida entre perros y gatos.

Regidurías por rifa en Morena  

Cuando pensábamos que en Morena ya lo habíamos visto todo, y que nada nos podía sorprender, ahora salen con que la integración de las planillas de regidores, que acompañarán al candidato a la presidencia municipal, no será por medio de un análisis para encontrar a los mejores perfiles, sino que van a desempolvar la tómbola que usaron en los inicios de este partido para ubicar las posiciones en que quedarán los aspirantes.

No olvidemos que salvo el caso del municipio de Puebla que tiene 17 posiciones, el resto de los municipios sólo ofrecen siete lugares, por lo cual muchos de los buenos perfiles —suponiendo que existan—, podrían quedar fuera en el sorteo.

Supongamos que un presidente municipal busca reelegirse, que la gente reconoce el buen trabajo que se ha hecho en su equipo, y por lo tanto, quieren que siga el mismo cabildo, pues sucede que quedará al azar ésta posibilidad porque como a la 4T le gusta resolver las cosas por rifa —como la del avión presidencial—, decidieron dejar todo a la suerte.

Todo indica que en Morena, la capacidad se desdeña y cuál merengueros, deciden por volados.

Es la convocatoria aprobada desde el CEN la que tiene dicha incertidumbre, por lo que algunos posibles candidatos ya dudan en registrarse, pues en la planilla les pueden dejar al enemigo en casa.

Entonces ya sabe, si usted quiere ser regidor, compre su cachito y con suerte, hasta el “gordo” se saca.