Valentín Meneses Rojas, El Vale, secretario de Gobernación, en el periodo de Mario Marín Torres, como gobernador de Puebla, fue presentado de manera oficial a las 12 horas del lunes 8 de febrero, para que rindiera declaración preparatoria por una denuncia en su contra, radicada en el Proceso 98/2016.

Aunque de manera inicial el gobierno de Puebla se ha reservado el motivo de la aprehensión de El Vale, trasciende que se trata de los delitos de evasión de presos, así como delitos contra la procuración y administración de justicia y otro ramo del poder público.

En otras palabras, por haber autorizado preliberaciones ilegales de reclusos peligrosos, entre los que podría encontrarse la liberación de Marco Antonio Barroso Arévalo, sentenciado a 50 años de prisión por el fraude de Provivienda Mexicana, en agravio de miles de afectados de los estados de Puebla, Estado de México, Distrito Federal, Guerrero y Veracruz, entre otros, que sólo cumplió una pena de tres años de cárcel.

Pero la justicia poblana no debe de juzgar al "ahí se va", delitos considerados como graves y si en realidad buscan un culpable, la vista debe ser dirigida hacia Indalesio Cuesta Torres, quien durante esa administración fue director de Ejecución de Sentencias, además de su real patrón el también ex director Técnico de los Ceresos, Filiberto López Zavala, hermano de Javier López Zavala, candidato mal logrado por el PRI a la gubernatura de Puebla.

La realidad de la posición legal de Valentín Meneses Rojas, ante los delitos que se le imputan es que, como ocurre en la política, lo convirtieron en chivo expiatorio, para delitos que debieron haberle engordado las arcas a los dos ex servidores públicos antes nombrados, en otras palabras, fue sorprendido y materialmente utilizado para su rúbrica.

Muchos bufetes de abogados, jueces, además del par formado por Filiberto López Zavala e Indalesio Cuesta Torres, se vieron beneficiados del 2010 al 2011, considerado como El año de Hidalgo, en las preliberaciones, que se vendieron como "pan caliente", al finalizar el último de gobierno del PRI, en Puebla.

Todos los enterados de la "oferta" de las pre liberaciones sabían de antemano que el negocio se trataba de manera directa con Indaldecio y que se concretarán con Filiberto, para que más tarde lo pasaran a firma de la Secretaría de Gobernación, por órdenes de quien se sentía gobernador y al final se quedó sentado en la banca de los desempleados

Si alguien debe de estar sentado en la silla de El Vale, como se le conoce en el ámbito político a Valentín Meneses Rojas, son los dos personajes que ya les comenté y el tercero que también le comenté, quien tuvo conocimiento de causa y le valió, creyéndose el que iba a mandar durante los próximos 6 años que venían y que se pintaron de azul, aunque esa es otra historia.

Nos vemos cuando nos veamos.