Inician las campañas políticas, y gracias al empuje de muchas mujeres y hombres aliados, se ha podido lograr que todos los partidos políticos postulen atendiendo el principio constitucional de paridad, lo que representa que la mitad de los cargos a elegir llevan candidatas mujeres.

Este gran avance debe consolidarse, de manera que las mujeres triunfen y lleguen a ocupar la mitad de los escaños que se votan el seis de junio.

Para ello, habrá que observar detenidamente que las condiciones que cada partido político les otorguen, sean realmente en igualdad respecto a las que tienen los hombres postulados, y ello pasa por retirar obstáculos y por el otorgamiento de los apoyos que les corresponden: en recursos públicos, en tiempos de difusión en medios de comunicación, en información, en propaganda, entre otros; hasta, vigilar que no sean objeto de violencia política. Sólo de esta manera las mujeres postuladas estarían fuera del supuesto que muchas veces construyen los partidos, esas farsas discursivas respecto de la igualdad y el respeto a los derechos de las mujeres.

Lo comento porque hoy más que nunca es necesario contar con el affidamento y la solidaridad de las mujeres en cargos de representación política.

Porque la construcción de la agenda de mujeres es de suma importancia en estos momentos del país, en el que el que gobierno actual ha desmantelado esos pocos avances que se tenían, en los que hay que restablecer aquellos a los que se les ha negado apoyos financieros o que han sido recortados; y los urgentes, reconocer para atender la violencia extrema que se ejerce contra mujeres y niñas; también, para detener esos actos de barbarie ejercidos por las policías, los militares y los criminales. Esa impunidad visible en delitos que se cometen contra mujeres y fundamentalmente una agenda que incluya políticas de recuperación económica con perspectiva de género, derivado de que las/os expertos han señalado que 43 millones de mujeres volverán a la pobreza en el último año, de manera que necesitamos “más presupuesto, sistemas de cuidado, más políticas de educación, empleo formal y salarios iguales”.

Por eso importante que las mujeres ganen y ocupen esos cargos de decisión, aun sobre aquello de que “cuerpo de mujer no asegura conciencia de género” como hemos constatado muchas veces —espero que sean las menos— y que podamos persuadirlas a sumarse a causas que son las que nos unen a la mayoría de las mujeres para defender lo logrado y para avanzar en nuestros derechos y necesidades diversas.

Por fortuna y a pesar de las amenazas actuales salidas desde el púlpito presidencial, en nuestro país cada tres y cada seis años podemos decidir, y podemos reconsiderar por quien queremos que nos gobierne.

La convocatoria es a ejercer este derecho a votar y a ser electas, que las mujeres obtuvimos hace apenas 68 años y a hacerlo responsablemente. No podemos las mujeres seguir permitiendo retrocesos en nuestras conquistas, en nuestros derechos adquiridos y que sigan violentándonos.

A estas alturas, hay mucho en el actuar de los gobiernos actuales que nos permite reflexionar para decidir nuestros votos.

Inicia ya la cuenta regresiva. A votar el 6 de junio por la agenda de las mujeres.