Quiubo, banda intolerante. Una entrega más en las que este héroe de barrio les trae la información más certera del pancracio político de Puebla.

Así que agárrense porque me les vengo.

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En el barrio, aún cuando se trata de malandros y navajeros, dice el refrán que “perro no come perro”, pero eso en la polaca poblana nomás no lo conocen.

Me cae de madre que ni porque San Juditas Tadeo se los pidiera serían capaces de darse aunque sea una manita entre bandos rivales.

Pero la Netflix es que después de tanto andar metido en este rollo, a su héroe de barrio ya nada le sorprende. Hasta ahora.

Porque hasta donde yo estaba enterado, el round estelar del 6 de junio iba a ser entre panistas y morenistas, pero pos resulta que decidieron meter unas funciones de lucha en jaula: sin reglas, sin equipos y gana el que salga vivo.

Sino pregúntenle al equipo morenista quiubo con su idea de compañerismo. Basta ver la de cosas que dijo Don Gabriel Biestro contra Claudia Rivera antier en su mitin y eso que él había pedido “unidad” para quien resultara el gallo de la 4T.

Pero en el PAN no cantan mal las rancheras porque, eso sí, con un poquito menos de ADN porro, un chorro de inconformes se fueron derechito al tribunal esperando que les corrijan la plana a sus dirigentes.

Y hablando del tribunal, manada, aja la baraja con las cosas de las que se termina enterando uno.

Resulta que Elsa Bracamonte, la hermana de Mario y la flamante nueva jefaza de Transporte y Movilidad, también impugnó el proceso de Morena. Dicen los que saben que iba por el Distrito 9, pero Sandra Ortíz y la Doña la terminaron dejando fuera de la jugada antes de siquiera hacer round de sombras.

La guillotina en la AEI

Si ocho comandantes de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) saben contar, que ya mejor vayan contando unos pesitos pa’ los abogados que necesitarán porque la Fiscalía Anticorrupción ya no tarda en procesarlos por delitos que los pondrán a dormir allá por la Calera durante mucho tiempo.

Que Dios me los agarre confesados.