Quiubo, banda intolerante. Como ya se la saben, aquí les viene su héroe de barrio que les trae la información más certera del pancracio político de Puebla.

Así que agárrense, porque me les vengo. Y conste que no les aviso dos veces.

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Me cae de madre, manada, que cómo andará de flaca la caballada en la 4T poblana que, mientras unos ya se apuntan a querer comandar su guarida en la colonia La Paz, a otros ya se les cuecen las habas por ser diputados.

Y es que más de un morenista no deja de preguntarse dónde quedó el golden boy de Gabrielito Biestro, ese que juraban que tenía canicas de sobra como prolífico diputado.

Si ni siquiera pudo pelearle la candidatura al Charlie Hall a Clau Rivera, ni afianzarse en el Congreso ni a la derecha del mandamás de Casa Aguayo.

¡Chale! Este Gabrielito pa’ eso me gustaba. Nomás parece que anda calentando banca tras banca. Puro cartucho quemado o, como le dicen en su equipo llanero, puro globo desinflado.

A estas alturas, no me dejarán mentir, el Gaby Biestro ya parece el apestado de Morena, todos saben de él pero mientras más lejitos mejor pa’ la causa.

Eso sí, se ve que tiene futuro para dar las efemérides, pero en el Tuister. A la mejor, sería más eficiente haciendo cemitas allá en El Carmen.

Conste que nomás digo.

Pero si esta es la suerte del chico maravilla, cómo andarán los otros, desde Carlos Evangelista hasta Edgar Garmendia que ni pichan, ni cachan, ni dejan batear.

El lodazal de Morena en Puebla está pa' no creerse porque, pa' acabarla de chingar, salieron más voraces que las tribus virulentas del viejo perredismo. ¡Pa’ salir corriendo y sin mirar atrás!

Conste que de esta ni Clau Rivera.

Por eso no extraña que a la nueva legislatura en Puebla llegará quien ponga orden y resuelva las cosas. Y de paso no se manche las manos con tanta pugna interna.

Más de uno sintió el corazón romperse cuando fue presentado como su futuro jefe.

Sobres, banda, ahí nos andamos leyendo y recuerden que del plato a la boca se cae la sopa. ¿O cómo era, Gabrielito?