Tendido eléctrico, mover energía a cualquier lugar, y motores y baterías, generar y almacenar energía en cualquier lugar. Lo primero, aunque precario e insuficiente, ya está instalado, y lo segundo se mueve de combustión a eléctricos. Lo tercero está en pleno desarrollo para atender las demandas de escala. En esas tres dimensiones veremos enormes transformaciones industriales y sociales, por lo que es importante su influjo sobre Puebla.
Litio
Una de las apuestas más prometedoras para esas pilas es el litio. El boom especulativo del oro blanco, +500% de su costo en los últimos años, ha llevado al senador por Puebla, Alejandro Armenta Mier, a trabajar un marco regulatorio para la explotación del litio bajo una rectoría nacional. La iniciativa, que permite entrada de privados bajo estrictas reglas, se ha visto contaminada por la reforma energética de AMLO, quien ligó ambos temas legislativamente.
En paralelo, Puebla como entidad quiere sentarse en la mesa de jugadores con sus reservas minerales, apuesta, anticipamos, de enorme riesgo y baja recompensa.
El litio no es raro en la corteza terrestre y viene en diversas presentaciones. En México, y Puebla, la forma arenosa y de bajas concentraciones tiene pocas ventajas frente a los salares chileargentobolivianos o las salmueras subterráneas de la Alta California. Y da igual, porque el negocio está en la refinación y transformación del litio.
Mientras que en Chile o Estados Unidos se está gestando una industria, la visión del Estado Plurinacional de Bolivia no ha permitido avances en 25 años. El gobierno de México y Armenta, quien recibió a la comitiva del presidente boliviano Alberto Arce, tienen toda la oportunidad para generar una cadena industrial Latinoamericana, aprovechando ventajas competitivas de dos naciones muy hermanadas recientemente, ¿litio para el Gran Sur?
Vehículos eléctricos
En esta electrificación los automotores serán bandera de transición, lo que significará el fin de los coches de combustión o el 80% de las exportaciones poblanas. Ante la modorra de la federación, Puebla ha buscado atraer inversiones para evitar la hemorragia que significará el eventual cierre o contracción de la planta Volkswagen.
Esto se encarnó en la llegada de Link EV (EV=Electric Vehicles (vehículos eléctricos)) con 256 millones de dólares en inversión para ensamblar camionetas eléctricas de carga y transporte.
La noticia fue dada por el presidente de Citizens Resources, compañía detrás de Link EV, Sergio de la Vega y el gobernador Miguel Barbosa Huerta.
El empresario inversionista del E-Prix de Puebla tuvo breve trayectoria en PEMEX para saltar a Glencore, multinacional en auge con la importación de combustibles para sus gasolineras socias, G500, en el contexto energético de las reformas de Peña.
Ser director de GULF México, la de las gasolineras, fue una obvia siguiente posición laboral. Captar ¼ de las gasolineras nacionales, unos dos mil establecimientos, fue visto como probable con el negocio de importar gasolina barata de Texas vía ductos de PEMEX a bajísimos costos gracias a las reformas.
El plan se desplomó espectacularmente y Citizens Resources, que presume 40 años de operación, cambió de giro hace seis para comprar, al año siguiente, la totalidad de operaciones de GULF México y sus magras 160 estaciones en un movimiento de levantar cejas.
Link EV, sin tecnología propia, colaborará con la automotriz china EV Dynamics y la española QEV Technologies.
La china, que en cinco años perdió dos tercios de su valor en la bolsa hongkonesa, dedicó el 2021 a firmar convenios y maquillar la pérdida de casi 100 millones de dólares en activos mineros para adornar su solicitud como empresa pública en Estados Unidos. Mientras, la española, compró la planta que abandonó Nissan en Barcelona, apostando a reconvertirla en un centro de electromovilidad, y necesita urgentemente maquila.
Así se juegan los albures en la eléctrica baraja poblana, el que no le quiera creer, que le entre a lo pantera.