Mucho se habla de democratizar la vida interna de los partidos políticos, hasta el día de hoy es una utopía.
Los partidos políticos en México están profundamente enfermos al interior y al exterior, el descrédito de sus dirigencias y el hartazgo social, los hunden en una crisis que los lleva a perder a su base militante y administrar las derrotas electorales.
La democratización de los procesos internos, ya sea de selección de candidatos o de integración de los órganos partidistas, se tiene que generar bajo un esquema de reglas claras, con un árbitro imparcial que garantice el cumplimiento de las mismas, aislando las viejas prácticas y salvaguardando los derechos políticos de sus militantes.
La simulación democrática al interior de los partidos, trae consigo el grave riesgo de ruptura y de polarización entre la militancia, El saldo que deja el proceso interno que vivió Morena el fin de semana pasado es digno de analizar.
Los enfrentamientos entre las corrientes al interior del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), cada día son más evidentes y suben más de tono, la elección de delegados a los 32 congresos estatales y al congreso nacional, lejos de fortalecer la vida interna y la unidad de su partido, deja heridas abiertas entre las bases militantes y entre aquellos que buscan hacerse de las candidaturas rumbo al 2024.
La dirigencia formal de MORENA ha reiterado la famosa ENCUESTA, como método de selección de la candidata o candidato presidencial, mismo que NO genera certeza, entre los aspirantes y sus equipos, ya ni hablar entre sus simpatizantes.
El coordinador parlamentario en el Senado de la República Ricardo Monreal ha cuestionado la veracidad e imparcialidad de las encuestas en reiteradas ocasiones, así mismo ha propuesto como método, elecciones primarias abiertas a la militancia en los 32 estados de la república, visto lo sucedido el pasado fin de semana es prácticamente imposible que Morena, tenga la capacidad de organizar elecciones primarias, eso sería un caos y permitiría la intromisión de gobernadores y alcaldes emanados de Morena, en la operación electoral a través del financiamiento con recursos públicos de la movilización y de la compra del voto.
Hasta este momento la mejor y más coherente propuesta es la hecha por el equipo del Canciller Marcelo Ebrard, quien hasta este momento es el claro puntero en las preferencias electorales rumbo al 2024, la propuesta en voz de la Senadora Malú Micher a la dirigencia de Morena, consiste en que cada uno de los aspirantes presidenciales nombre una casa encuestadora y en conjunto diseñen las preguntas de la misma, que la encuesta se haga pública y se puedan consultar los resultados, muy relevante también fue el llamado que hizo a la dirigencia nacional, primero para que sea un árbitro imparcial en la contienda interna, segundo para poner orden entre los aspirantes que desesperados por promover su imagen violan la ley electoral un día si el otro también, muy importante será para los mexicanos que todas y todos los aspirantes a la candidatura presidencial, sean garantes del cumplimiento de la ley y del respeto a las instituciones del ESTADO MEXICANO.
Si el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) no logra un consenso amplio y un acuerdo real entre la y los aspirantes a la candidatura presidencial, en torno al método y a las reglas de la encuesta, el riesgo de ruptura y de desbandadas entre los simpatizantes y militantes es altísimo, la simulación democrática de una encuesta poco clara, viciada y parcial, tiene mayor implicación que el dedazo presidencial priista que tanto han criticado.
¿SOMOS DEMÓCRATAS O PAYASOS?