Con el pretexto de que “no alcanza”, el secretario de Gobernación, Adán Augusto, advirtió que ya analizan las estrategias para recortar los días que se pagan como aguinaldo a los burócratas federales.

En promedio, los trabajadores federales cobran entre 40 y 45 días para esta prestación navideña, lo que triplica los 15 días que marca la Ley Federal del Trabajo, como mínimo.

El moche a los aguinaldos no debería ser necesario luego que en el Presupuesto de Egresos de este 2022 sí estaban contemplados los pagos completos para todos los trabajadores al servicio del gobierno federal.

La amenaza, además del enfado que ha causado en las redes sociales y una posible demanda colectiva, podría sumarse a otras violaciones laborales como el acarreo que se realizó el pasado domingo para acudir a la marcha, bajo amenaza de perder el empleo en caso de ausentarse.

El recorte, más allá de que sea justo o no, viola los derechos conquistados de un gremio y nuevamente es un retroceso para los trabajadores, pues sí bien algunos de ellos son parte de la llamada “burocracia dorada”, también se incluye a enfermeras que atienden Covid, a médicos que operan a tres turnos, a maestros que lo mismo lidian con alumnos que con padres de familia o a policías que cada día exponen sus vidas.

Independientemente de si esta nueva puntada y laceración a los derechos laborales de los burócratas prospera o no, la duda es ¿por qué si estaba etiquetado ese recurso desde hace un año, ahora no alcanza para pagarlo?

¿Será que se ha malgastado o despilfarrado en cosas como la renta de camiones para la marcha del pasado domingo?, ¿Construir estadios de béisbol?, ¿Pagar el combustible y los costos para que un helicóptero traslade a la mascota de un equipo deportivo?, ¿Pagar renta de un avión presidencial que se rifó, pero seguimos pagando sus gastos colaterales?, ¿Aumentar las becas y todos los programas clientelares, aunque la Auditoría Superior de la Federación advierta que es dinero del cual no se puede comprobar su destino?, ¿Construyendo obras faraónicas que terminarán como elefantes blancos como los Bancos del Bienestar, el Tren Maya, el Aeropuerto Felipe Ángeles o Dos Bocas?

Realmente AMLO necesita utilizar parte del tiempo de sus mañaneras para explicarnos en qué se gastó el dinero. Está claro que, para comprar vacunas, medicamentos o apuntalar la economía y desarrollo del país no fue.

Vacaciones tormentosas

Aunque Morena cacareó que las vacaciones a partir del próximo año aumentarían a 12 días como mínimo, la reforma a la Ley Federal del Trabajo podría quedarse congelada, justamente por los diputados de Morena.

Fue el propio Nacho Mier quien dijo que la reforma aprobada por los senadores “se va a revisar”, en otras palabras, que, para este año, como esperaban muchos, no se aprobará y por lo tanto no podrá ser aplicable en el 2023.

Si usted ya pensaba en tomarse unos días para resetearse puede mandarle un saludo al líder de los diputados de Morena en San Lázaro, que este martes arranca otra fase de su campaña, ahora escudado en la “explicación” de la Reforma Electoral.