Reverendo perro oso el que terminó de echarse el mismísimo Dandy y diputado local, Antonio López Ruiz, luego de querer atizar el fuego de la politiquería aldeana con sendos escupitajos al aire.

Fiel a su costumbre de buscar atraer los reflectores a como dé lugar, el dipu por el Partido del Trabajo, se quiso ver “progre” y criticó desde las mismísimas entrañas de la 4T, que tanto defiende.

Pos cómo no, si en medio de la escandalera por las campañas adelantadas de las corcholatas pejistas, el Toño no perdió la oportunidad pa’ dejar ver de qué lado de la historia anda construyendo su jacal.

Y es que por más que presuma su lealtad pal’ Tlatoani de Palacio, lo cierto es que el Toño ya soltó baraja de cómo jugarle las contras a todo lo que apeste a los adelantados morenistas.

Eso sí, banda, sin negar la cruz de su parroquia, soltar veneno puro hacia todo lo que apeste a Claudia, Marcelo y Adán, nomás pa’ allanarle el camino a su papirrín tuistero, Gerardo Fernández Noroña.

Si no, ¿cómo entender las indirectas que lanza a la menor provocación, y mostrando la falta de tablas que mínimo debería maquillar, pa’ no quedar como el “payaso de las cachetadas”?

La Netflix, ¿cómo capearle que su estrategia de lujo sea el golpeteo contra sus mismísimos aliados?

Y lo peor aún, mis culebras, que el Toño piense que acusarlos de arcaicos y exhibir que sus pintas en bardas son obsoletas, lo va a separar del resto de oportunistas y violentadores de la Ley Electoral en Puebla.

Si en el mismo saco de la Cuarta Degeneración caben todos los que se han colgado el milagrito de defender a Morena, sus aliados y hasta la chiquillada malograda.

O qué, mis valedores, ¿pensará el Toño que él se cocina aparte o se salva de todas las cochinadas que promueven las corcholatas?

Imposible tratar de salirse del corral que tanto critica por más que busque curarse en salud, pos entre petistas, verdes y morenistas no se hace uno solo que cumpla a rajatabla con Doña Justicia.

¿Con qué cara jurará fidelidad el Toño a quien gane la interna de la 4T?, ¿a poco aplicará la vieja confiable de “si lo dije ni me acuerdo”?

Su héroe de barrio le puede adelantar una cosa: anda jugando con fuego y no vaya a ser que se quede chiflando en la lomita por andar cantándoles sus verdades a los morenistas que, tarde o temprano, tendrá que besarles la mano.

Al tiempo, mis culebras.

Ahí se las dejo al costo.