De obligada lectura para entender lo que está sucediendo en la definición de Morena en los nueve estados donde habrá elección de gobernador es la columna que hoy publica el siempre informado Raymundo Riva Palacio.

Léanla con atención porque tiene fuertes implicaciones para Puebla.

Para no sesgar ni entrar a más interpretaciones, les dejo el link de esta entrega, que revela información que seguramente pondrá los pelos de punta a más de uno en esta aldea.

Y para agregarle más presión al anuncio de Morena, del próximo viernes 10 de noviembre, hoy el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) discutirá el proyecto del magistrado Felipe de la Mata.

Más cardíaco, imposible.

La chicanada de Zaldívar

La sorpresiva renuncia del ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea​​ desnudó el juego de Morena y de pasó arrasó, como el huracán Otis, con la reputación del jurista.

En medio de la batalla campal que Andrés Manuel sostiene con el Poder Judicial y la SCJN, el ministro consideró que era buen momento para abandonar el barco y aún sin la renuncia aprobada, saltar como vil político chapulinero al Senado.

La renuncia se encuentra en “diremos” y no sólo porque se requiere del aval del Ejecutivo, que ese está por demás entendido que lo tiene, si no porque difícilmente se encontrará una “causa grave”, como establece el artículo 98 y mientras no se consiga esa justificación su salida será inconstitucional.

Querer, desear, ambicionar un hueso o cumplirle los caprichos al inquilino de Palacio Nacional no es, aún, una “causa grave” y, por lo tanto, Zaldívar Lelo de Larrea​​ carece de motivo para lograr su desincorporación de la SCJN.

El vergonzoso chapulineo de Arturo Zaldívar es idéntico al actuar de los priístas que traicionaron a su partido para irse a vivir como embajadores, después de haber entregado a sus estados al partido de López Obrador.

Al parecer, quien alguna vez fuera el Ministro Presidente del máximo tribunal del país, no tuvo siquiera la cortesía política de avisarle a sus compañeros que dejaría su empleo. Tal como actúan los representantes más afamados de la 4T: sin guardar las formas.

Lejos de desearle buenas venturas o reconocer su trabajo, por ejemplo, a favor de las mujeres en Santa Martha Acatitla, la Tarjeta Informativa de la Corte recalca que espera que se cumpla con lo que la Constitución manda y con el debido proceso legal para aceptar su renuncia.

Y efectivamente, la fotografía que, para colmo de males ya se corroboró que fue tomada un día antes de que Zaldívar anunciara su renuncia, es prueba fehaciente de que ocupando un asiento en la SCJN realizó actividades electorales.

Sin duda la “solicitud” pasará como seda en el Palacio Nacional, sin embargo, habrá qué ver cómo actúan los Senadores cuando sea su turno… y si aprueban e impugnan la renuncia, la última palabra la tendrán justamente los que hasta ayer eran sus pares: los ministros de la SCJN.

¿Le darán la salida así de fácil o lo obligarán a cumplir la Constitución que juró cumplir y hacer cumplir?

Veremos y diremos.