Como si hubieran ganado la Copa del mundo, los diputados federales de Morena festejaron su aplanadora mayoría con la cual se impusieron y sacaron la Reforma Electoral que les envió el presidente Andrés Manuel.
El cansancio, tras casi 18 horas de sesión, desaparecieron por momentos de los rostros de los representantes de la 4T que al grito de ¡sí se pudo!, celebraron la aplastante votación.
La soberbia les impidió escuchar o atender alguna de las muchas reservas justificadas que la oposición presentó. No fueron capaces si quiera de modificar o afinar el tema de la implementación o la elección de los jueces, ni siquiera cuando se les explicó que será prácticamente imposible votar por 600 jueces y magistrados en la jornada del próximo año.
El júbilo de quienes gritaron en la Sala de Armas de la Magdalena Mixhuca se repitió en el rostro de Andrés Manuel, quien salió a dar una de sus últimas mañaneras para felicitar a los diputados por ayudarlo a concretar su capricho presidencial.
“Es muy buena noticia, muy buena noticia. Pasa ya al Senado”, expresó desde el Palacio Nacional. En el Senado, hasta esta noche, faltaría un voto para que se concrete la mayoría calificada que se requiere, sin embargo, ese voto también puede ser una ausencia, de ahí el enorme riesgo.
Sobre el desaseo del proceso legislativo así como las prisas por sacar una reforma constitucional, pese a que tienen el número de diputados necesarios para ello, no dijo ni una palabra. Como si no existieran ni las suspensiones que han concedido jueces ni la falta de quorum por ratos e incluso la ausencia de tableros electronicos que pudieran computar agilmente las votaciones. Ni una palabra, eso para AMLO, simplemente no sucedió.
Mario Delgado, líder nacional del partido lopezobradorista, también se coló al festejo y desde sus redes sociales felicitó a los 357 diputados que avalaron la Reforma Judicial. En sus mensajes no hubo una sólo línea de autocrítica.
Continúan las prisas
El vértiginoso camino que ha realizado esta reforma continuará, ayer mismo entró al Senado y en una semana se estará “analizando” y votando.
No tenga la menor duda que si esa muralla cae, en menos de 24 horas, los Congresos de los estados morenistas estarán peleando por ser los primeros en sesionar y así darle a AMLO los 16 refrendos que necesita para promulgar la Reforma Judicial.
Ya después habrán de venir los procesos de impugnación, las sanciones, si es que las hay, por el desacato a las resoluciones de las juezas y hasta las enmiendas, como ha pasado con otras propuestas de la 4T, como fue la creación y desaparición del Insabi en menos de 2 años.
Un daño colateral que se estará dando en las próximas semanas será que al tratarse de una reforma constitucional, los Poderes Judiciales estatales tendrán que ir unificandose con la norma federal. Será entonces cuando muchos de quienes la aplaudieron serán las víctimas de la de misma.
¿Cuántos de ellos saldrán a las calles a protestar lo que hoy festejan?
Veremos y diremos.