El gobierno de Sergio Salomón Céspedes, ha iniciado la recta final a 16 días de terminar los 729 de mandato.
Terminará así el llamado “sexenio maldito”, que inició Martha Erika Alonso, justamente un 14 de diciembre de 2018.
En tanto, en todas las dependencias estatales ya laboran a marchas forzadas en mesas de trabajo con los equipos de los nuevos funcionarios que llegarán a partir del 14 de diciembre con Alejandro Armenta.
Los equipos de entrega recepción ya están en los últimos detalles.
Y el gabinete ya está listo, con las cerezas del pastel: José Luis García Parra y José Tomé Cabrera, de los más allegados.
Aunque en el gobierno actual ya están haciendo las maletas, se dice que entre el mismo equipo que tienen en la mira 2030.
El aún mandatario estatal, al terminar su último informe de gobierno, fue enfático en señalarse como “gobernador sustituto”.
Con esas palabras, movió olas y empezó el deporte de la rumorología en los corrillos políticos de que pretende regresar, ya que al no ser elegido en las urnas, podría buscar volver a la gubernatura para el siguiente sexenio.
Eso finalmente lo tendrían que resolver los constitucionalistas con calma, porque aún falta mucho, pero sobre todo, porque ya hay varios que ya están apuntando a ese año desde ahora formando grupos, aunque hoy se saluden efusivamente los próximos contrincantes.
Tiempo al tiempo.
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Sergio Salomón, en los menos de dos años de trabajo logró estabilidad política y gobernabilidad que urgía en Puebla.
Así pasará a la historia.
Logró mantener la cohesión dentro del gobierno y consolidar alianzas con diversos sectores políticos y sociales.
Lo cierto es que abrió las puertas y le sirvió.
Fue fundamental para garantizar la gobernabilidad en un momento de transición inesperada.
En términos políticos, este liderazgo y no meter las manos en el proceso electoral, también ayudó a su partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) a fortalecer su posición en el estado como una fuerza dominante, con un candidato idóneo que punteaba en realidad, Alejandro Armenta.
Sergio Salomón Céspedes Peregrina ha sido clave para mantener el rumbo del estado en un momento de transición delicada.
Sin embargo, aunque ha logrado avances importantes en áreas como la gobernabilidad y la infraestructura, persisten retos que demandan soluciones innovadoras y de largo plazo, tiempo que no tuvo.
Su legado está definido por su capacidad para equilibrar momentos tan difíciles en Puebla, en el que ya se llama el “sexenio maldito”.
Hay que recordar que este sexenio que termina Sergio Salomón, lo inició Martha Erika Alonso en 2018 y desde ahí corrió la historia que todos conocemos.
Finalmente se termina un sexenio histórico y trágico a la vez, que nunca se olvidará.
Ahora todo cambiará el 14 de diciembre.
Tic, tac, tiempo al tiempo.