La inauguración de la vocacional 20 será un parteaguas en la vocación educativa de Puebla, así como en la formación de técnicos y profesionales.El modelo de los Centros de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyT) permite a los jóvenes duplicar sus oportunidades.

Por un lado, la formación de bachillerato garantiza las bases para que al egresar se pueda acceder a cualquiera de las instituciones superiores, sea el mismo Politécnico, la BUAP, la UNAM o cualquier institución privada.

Al mismo tiempo, es decir, dentro del plan de estudios de esos tres años de vocacional, se proporciona a los alumnos los conocimientos necesarios para que se conviertan en técnicos de calidad.

Aunque originalmente contabilidad, enfermería, administración y turismo eran parte de su oferta académica, hoy el IPN muestra su innovación.

Las instalaciones que se estrenarán este miércoles 11 de diciembre de 2024, con la presencia de Salomón y la presidenta Claudia Sheinbaum, servirán para formar a 4 mil jóvenes en las carreras de técnico en Gestión de Ciberseguridad; Mercadotecnia Digital; Sistemas Automotrices, Sistemas Digitales, y Alimentos.

¿Imagina usted el vasto campo laboral en el que estos jóvenes podrán desarrollarse, al concluir sus estudios?

En el nivel superior, la Unidad Profesional Interdisciplinaria (UPII), dará cabida a 3 mil 500 alumnas y alumnos. Habrá Ingeniería en Alimentos; Control y Automatización; Inteligencia Artificial; Sistemas Automotrices, y la licenciatura en Ciencias de Datos.

Nuevamente podemos asegurar que quienes concluyan el plan de estudios tendrán una formación atractiva, por tratarse de carreras poco comunes, contar con el respaldo del IPN y estar acorde con las nuevas necesidades del mercado laboral.

De ahí que la apuesta del gobierno de Salomón por fortalecer a la BUAP con CU 2 y la construcción de este primer campus del Politécnico en nuestra entidad, sea un acierto.

Ahora imagine cuántos nuevos espacios educativos y cuál sería el fortalecimiento a estas grandes instituciones si desde la federación se les invirtiera el mismo recurso que se destinó a elefantes blancos como las universidades Benito Juárez o Rosario Castellanos.

Sólo por citar un ejemplo, en agosto de 2022 se informó que el gobierno de López Obrador destinó 4 mil millones de pesos para la instalación, equipamiento y operación de las UBBJ. La construcción del CECyT 20 y la UPII requirió, con todo y la inflación, la mitad de ese monto.

Se entiende que el esquema de las universidades de AMLO intentó, al menos en el papel, acercar la educación superior a poblaciones alejadas, sin embargo, insisto en la pregunta ¿no sería mejor invertir esos recursos en las escuelas que ya tienen ganado un prestigio?

Aún están a tiempo de reordenar el Presupuesto de Egresos de la Federación 2025 y garantizarles a las grandes instituciones de educación superior de nuestro país, recursos suficientes para continuar con el progreso y la superación de las nuevas generaciones. Los recortes, por otro lado, sólo ahondarán las carencias que ya padecen nuestras escuelas públicas.

¿Apostará este segundo piso de la 4T por la educación?

Veremos y diremos.