Según las escrituras del cristianismo, cuando el niño Jesús nació en Belén de Judea, hace más de 2,000 años, en tiempos del Rey Herodes, tres Reyes Magos vinieron del oriente: Persia, India y Arabia, a Jerusalén, guiados por una gran estrella que se posó en donde estaba el niño con su madre, María. Postrándose regocijados ante él, lo adoraron y, abriendo sus tesoros, le ofrecieron oro, incienso y mirra.
Durante siglos los científicos han sugerido que la Estrella de Belén pudo haber sido una gran alineación de planetas brillantes. Como ejemplo, Júpiter y Saturno se unieron en 2020 en una gran conjunción que no se había visto en casi 800 años. (Astronomy.com 24 dic 2023).
Este antecedente ha servido para que cada año, los niños mexicanos mantengan la ilusión de recibir regalos el día 6 de enero, previa carta llena de deseos que deben escribir con anterioridad y dejar en un zapato lo más desgastado posible, la noche del 5 de enero.
En esa carta hay peticiones de todo tipo. Muchas son de alto grado de dificultad para los Reyes que, aunque son magos, no pueden conceder todo.
Pero en este año 2025, los Reyes Magos tienen nuevas y grandes preocupaciones. Aunque no se reflejan en las cartas recibidas en donde generalmente se escriben deseos, los reyes como grandes líderes son capaces de identificar también los problemas y las necesidades.
Entre las principales preocupaciones de los Reyes Magos se encuentran la prolongada guerra entre Rusia y Ucrania, el conflicto bélico entre Israel y Palestina por la Franja de Gaza. También la incertidumbre por la sucesión presidencial en Venezuela, o el conflicto político de Corea del Sur por la destitución de su presidente.
Una gran preocupación de los Reyes Magos es la aparición de una emergencia sanitaria por hMPV y otros virus respiratorios con síntomas similares a COVID-19 en provincias del norte de China y la reaparición de casos de COVID-19 en Estados Unidos, con su posible aparición en México en las próximas semanas.
Otras preocupaciones de los Reyes Magos son la nueva política migratoria de los Estados Unidos en la que se teme la deportación de miles de mexicanos o la imposición de impuestos a nuestras exportaciones que representan en Norteamérica, cerca del 85 por ciento de lo que vendemos al mundo.
Mención especial merecen la seguridad pública, el deterioro ambiental y la pobreza en México. La necesidad de granos como el maíz, frijol y trigo que han visto una importante reducción de su producción en los últimos años debido a la sequía provocada por la disminución de lluvias en los últimos 23 años y que, amenaza incrementos en el precio de la tortilla, el pan y en general el de la canasta básica alimentaria.
El cambio climático mundial es una gran preocupación de los Reyes Magos, porque se estima que actualmente la temperatura del planeta se ha incrementado en 1.5°C con relación a la predominante en 1850, previo al inicio de la gran actividad industrial.
Este cambio en la temperatura mundial se ha traducido en la presencia de mayores, más intensos y más frecuentes fenómenos meteorológicos que han afectado el patrimonio, la naturaleza, la economía y la vida humana.
Los Reyes Magos están preocupados porque, en México, llevamos décadas sobreexplotando el suelo, extrayendo cosechas sin permitirle recuperar su fertilidad, y, ya no hay tierra fértil, ni materia orgánica, ni capacidad de retención de agua, ni microbiología, indispensables para los siguientes ciclos productivos.
Hemos cortado leña, madera y extraído otros productos forestales de los montes: tierra de hoja, carbón, hongos, hojas de pino, y productos no maderables como resinas, follajes, flores, piñas de agave. A los montes hemos enviado el ganado a pastorear desde que los españoles trajeron los bovinos, ovinos y caprinos sin ningún orden, provocando pérdidas constantes de la vegetación, el suelo y su capacidad de retener agua.
Hemos cazado y pescado sin control, con prácticas y artes inadecuadas ni respeto a las épocas de reproducción, en muchos casos desconocidas. Los ciclos ecológicos están rotos, se perdió el equilibrio natural.
Los Reyes Magos están preocupados porque lo Sustentable (aprovechar racionalmente los recursos), solo ha sido teoría; y lo Sostenible (aprovechar recursos sin poner en riego las necesidades de las futuras generaciones), es aún una utopía. Hemos aprovechado, muchas veces en exceso, sin reponer o permitir la recuperación del recurso. Tenemos una cultura notablemente extractiva y autodestructiva.
Así, fuimos perdiendo los manantiales, las galerías filtrantes y viendo secarse nuestros pozos. Y, en lugar de recuperarlos, buscamos otras fuentes o hacemos nuevos pozos que en muchos casos resultan fallidos porque ya no hay agua en el subsuelo.
Además, no tuvimos el cuidado de manejar adecuadamente los residuos sólidos y las aguas residuales, por lo que las pocas fuentes de agua que quedaban se han ido contaminando aceleradamente, agravando los problemas ambientales y amenazando la salud de la población.
Necesitamos actuar, en lugar de solo pedir a los Reyes Magos.
¡Feliz año 2025 a todos!