Luego de la estocada de fin de año pasado que recibió el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI), aún 850 trabajadores siguen acudiendo a las oficinas, como si nada pasara.

Mientras los empleados aún no saben su destino, algunos de los comisionados, sueñan incluso con posiciones políticas.

Por ejemplo, la comisionada Josefina Román Vergara, sí busca chamba y se inscribió para contender para magistrada federal en las próximas elecciones.

En tanto, Norma Julieta del Río, sueña con ser gobernadora de Zacatecas.

Incluso, se dice que podría ser la candidata de Morena para el 2027, luego de que fue una férrea detractora.

Y todo porque presume ser muy cercana a Ricardo Monreal.

El futuro de los demás comisionados aún no es claro, incluyendo el de la poblana Blanca Lilia Ibarra Cadena.

Aunque no se puede descartar que pronto la veamos por la entidad nuevamente, gracias a que ha tejido fino y mantenido buenas relaciones.

En tanto, los centenares de empleados siguen tramitando distintos temas, además de preparando la entrega de las oficinas de Insurgentes Sur 3211 de la Ciudad de México, a quien tengan que entregárselas.

Hasta el momento no saben si habrá readscripción o liquidación para cada uno de los 850 empleados.

Zozobra total.

En tanto, siguen trabajando, incluso con plenos de los hasta ahora aún comisionados.

Se espera que en febrero, ya sea en la primera o segunda semana, sea aprobada la legislación secundaria en la Cámara de Diputados, una vez que inicie su nuevo periodo legislativo.

Los legisladores federales sólo necesitan una mayoría simple y no calificada para aprobar las leyes secundarias, o sea que será en fast track.

Al siguiente día de aprobada, adiós al INAI y cientos de desempleados.

Tiempo al tiempo.

El golpe a la transparencia

La desaparición del INAI, es un verdadero golpe a la transparencia y ha generado una ola de preocupaciones en diversos sectores de la sociedad mexicana.

El organismo autónomo ha sido un pilar fundamental en el fortalecimiento de la transparencia gubernamental y la rendición de cuentas, valores esenciales para el funcionamiento de una democracia saludable.

Desde su creación en 2002, ha sido un actor clave en la promoción de los derechos de los ciudadanos a conocer cómo se utilizan los recursos públicos, así como en la protección de datos personales frente a posibles abusos por parte del Estado o de entidades privadas.

A través de su labor, el INAI se ha consolidado como un contrapeso esencial al poder gubernamental, asegurando que los mexicanos puedan exigir información y transparencia en todos los niveles del poder.

Ahora, ¿quién podrá defendernos?