¡Qué tranza, mis valedores!
Aunque su héroe de barrio no quiera, pos hoy toca hablar del Fernando Rosales, flamante secretario de Seguridad Ciudadana de Puebla capital.
Y es que nuestro jefe policleto andaba más desaparecido que justicia pa’ los poblanos.
Pero, ¡oh casualidad!, se le ocurrió reaparecer justo cuando había que presentar las nuevas patrullas que estrenó ayer la SSC.
¿Qué tal, eh? Como quien dice, salió a hacerle a la maroma cuando las luces ya estaban prendidas y la foto lista. Pero no nos hagamos: esto no es un regreso triunfal, es un malito intento de maquillaje.
Aunque el presencio Pepe Chedraui salió a decir que el Fer andaba “enfermo”, pos resulta que el Fer se aventó más de una semana sin aparecerse por las oficinas de la SSC.
Es más, mi chismoso de la SSC rajó chipotle diciendo que al no haber jefe presente, todos hicieron como que chambeaban por la seguridad de nosotros los valedores.
Pero ahí lo tuvieron ayer: bien peinadito y con sonrisa pa’ presentar las patrullas nuevas, como si eso fuera suficiente para tapar los hoyos que tiene la seguridad.
Y pa’ acabarla de amolar, en el evento lo abordaron sobre los policías municipales que andan metidos en el robo a casa habitación.
¿Su respuesta? Que sí tenían control de confianza aprobado. ¡No, pos gracias!
Entonces ¿de qué sirve esa prueba si terminan robándole a la gente?
Es como si a un rudo le dieran certificado de técnico, pero siguiera metiendo sillazos por doquier. Aquí no se trata de aprobar exámenes, mi manada, se trata de tener una corporación que de verdad cuide a los poblanos, no que les dé más razones para temer.
Lo que no se dice en público, pero que ya sabemos, es que la Secretaría de Seguridad Ciudadana está hecha un relajo.
Los policías detenidos en Galaxia La Calera no son casos aislados, son el reflejo de una corporación que anda sin rumbo, con jefes más preocupados por la foto que por solucionar los problemas de fondo.
Y sí, qué bonitas las patrullas nuevas, pero de nada sirven si los que las manejan no están comprometidos con la ciudadanía. ¿De qué nos sirve un auto último modelo si el conductor no sabe ni pa’ dónde va?
Me cae que Rosales Solís tiene mucho que explicar.
Porque no es solo el escándalo de los policías ladrones o su misteriosa desaparición, es el hecho de que Puebla sigue siendo un campo de batalla.
Feminicidios, asaltos, robos… el panorama no cambia, y las patrullas nuevas no van a arreglar eso.
Lo que Puebla necesita no son vehículos nuevos, sino una estrategia que funcione, y un secretario que esté al pie del cañón, no sin ir a la oficina cuando las cosas se ponen color de hormiga.
El mensaje es claro, mi banda: si Rosales va a seguir siendo el jefe, tiene que demostrar que está al nivel del encordado, porque hasta ahora su desempeño está más flojo que un candado mal aplicado.
Las patrullas pueden brillar, pero si el liderazgo no mejora, Puebla seguirá en la lona.
Así que, Fer, aquí no queremos fotos ni excusas, queremos resultados o te acabarán renunciando.
Y conste, que el pueblo siempre sabe cuándo le están viendo la cara.
¡Nos vemos en la próxima caída, mis valedores!