La detención del presidente municipal de Santa Clara Ocoyucan, Francisco Simarrón Ocotoxtle, tiene más que un tinte político, un tinte económico.

No se necesita ser un genio para entender que detrás de la acción penal perpetrada desde la Fiscalía General del Estado se esconde un millonario interés, toda vez que este municipio está ubicado exactamente en la zona de mayor plusvalía en todo el estado. Así como usted lo lee.

En Santa Clara Ocoyucan conviven los poblanos más ricos y pobres del estado.

En este municipio se encuentran los asentamientos urbanos con mayores índices de extrema pobreza y también la zona de mayor crecimiento del sureste mexicano que es Lomas de Angelópolis.

Sin el ánimo de defender a un presidente municipal al que apenas conozco, y al cual se le denunció por cobrar por obras que nunca hizo y por inflar los costos de los trabajos realizados, hay que decir que no fue por estos desvíos de recursos por los cuales se le detuvo, sino por una presunta extorsión.

Es decir, que no lo metieron por tranza, sino por un delito de los que el fiscal Carrancá acostumbra utilizar para fines políticos o económicos. 

Con la detención de Simarrón Ocotoxtle, el Congreso va a proceder a nombrar a un administrador que se encargará de cobrar el impuesto predial en la millonaria zona de Lomas de Angelópolis, donde podrán hacer jugosos negocios.

Detrás de esta detención existen muchos beneficiados, entre ellos Rafael Posada Cueto y su yerno, el diputado morenovallista Juan Pablo Piña Kurczyn.

Pero en esta zona también aparece el nombre del exsecretario de Hacienda, Pedro Aspe Armella, quien es el encargado de manejar el fideicomiso de la deuda oculta del gobierno del estado generado por las PPS y además es uno de los principales propietarios a través de su hijo de la exclusiva zona de Sonata, en Lomas de Angelópolis.

Con la detención del presidente municipal, no habrá autoridad que pueda detener su ambición para apropiarse de más terrenos y pagar a centavo el metro cuadrado y revenderlos en millones.

Sobra decir que los verdaderos habitantes de Santa Clara Ocoyucan —municipio de alta marginación— no verán un solo peso de lo que se recaude por el impuesto predial, ya que ellos están ajenos al negocio de los amigos del Señor de Los Cerros.

No cabe duda que su ambición y voracidad no tienen límites.

Les tendré más datos.