Un email que recorre las redacciones de varios medios informativos locales ponen en antecedentes las operaciones clandestinas que estarían realizando personal de la empresa “Génesis Tea Company”, al parecer a espaldas o con el consentimiento de su propietario Javier González Guilbot, con el manejo de hidrocarburos y químicos de dudosa procedencia.

La empresa en cuestión es la que se encarga de la elaboración del “Tea Laggs”, cuya matriz se encuentra en la ciudad de Houston, en los Estados Unidos.

El mensaje se deriva luego de que en esta empresa se registrara un incendio sin mayor consecuencia.

Aunque los vecinos se preocuparon.

Y la preocupación existe lego de que los mismos vecinos han detectado e, incluso, tomado fotografías de personal que ingresa con bidones de lo que aparenta ser gasolina robada, además de otros químicos, que se presume se utilizan en las maquinarias y vehículos.

La preocupación es porque el mal manejo de estos químicos puede generar un accidente mayor que afectaría no sólo a las empresas que se ubican en el Parque Industrial de San Jerónimo Caleras, sino a las familias que viven en la zona.

La petición es que el gobierno de Puebla investigue que está pasando en esta empresa.

Yerveros contra Xonaca

La noche del 15 de septiembre, dos horas antes del Grito de Independencia en la ciudad de Puebla, el barrio de Xonaca levantó la mano para terminar con su “jornada blanca” que presumió el municipio.

Dos pandillas, una de los que organizaron peleas de box en el barrio de Xonaca y otra compuesta por curanderos, que además se dedican a hacer limpias, identificados como “Los Yerveros”, que también viven en la zona.

Tras una pelea a golpes y patadas, que no se dio en el ring, las pandillas se enfrentaron y salieron a relucir cadenas, cinturones, navajas e, incluso, palos. 

En la 30 Oriente, entre 20 y 22 Norte, las pandillas se dieron con todo y la de los Yerveros llevaban la de perder.

Fue cuando un Carlos “N”. “El Brujo”, junto con su papá, otro “Brujo”, salieron con armas de fuego corta para dispararle a quienes se movieran.

Fue José Israel de la Rosa Hernández “El Mozo”, quien terminó por pagarla porque recibió tres disparos en el tórax que terminaron con su vida.

Luego todos escaparon. 

El caso la Fiscalía General del Estado (FGE), lo radicó en la Carpeta de Investigación 14135/2018/Z.C.

Por cierto, padre e hijo andan muy quitados de la pena y hasta presumen sus armas.

Viva el Nuevo Sistema de Justicia Penal.

Nos vemos cuando nos veamos.