Después de que el diputado federal con licencia, Jorge Romero, se proclamara junto a su equipo de campaña como el ganador de las elecciones internas del Comité Nacional del Partido Acción Nacional, convirtiéndose en el sucesor de Marko Cortés, en sus redes sociales, la tlaxcalteca y su contrincante Adriana Dávila aceptó su derrota pero no la reconoció.
Agradeció a todos los militantes del partido que participaron de manera libre en el proceso electoral, reconociendo que las actas en su poder definen el resultado que favorece a su contrincante. Sin embargo, dejó en claro que no está convencida de la legitimidad del proceso.
“Desde un inicio no se tuvo certeza, se violó la legalidad y fue una elección inequitativa; así, de esta manera, voy ganando”.
Realizó un llamado a la actual dirigencia nacional a reconocer que el modelo actual del partido desde hace más de una década no funciona, por lo que dudó de la voluntad y el compromiso ético para hacer del partido una institución de la que sentirse orgullosos.
Incluso, evidenció que más del 70% de los panistas y militantes no fueron a votar, por lo que pidió a la militancia y al comité nacional no sentirse orgullosos y, por el contrario, preocuparse.
“El mensaje del abstencionismo de nuestros militantes es un mensaje claro, las cargadas no entusiasman, las almas no se mueven con dinero sino con ideas y conductas dignas de ser imitadas”.
Añadió que no desea la muerte ni el fracaso del blanquiazul, así como la división; sin embargo, destacó que el silencio ante la injusticia es complicidad y se busca que Acción Nacional continúe en democracia y libertad.
Finalmente, destacó que una vez cotejadas las actas con los resultados oficiales, decidirá el contenido de su convocatoria para hacer de su país un lugar para una vida más digna y mejor.