Lo que inició como un día de campo para la candidata a gobernadora, Lorena Cuéllar Cisneros, se convirtió en un auténtico viacrucis para ella y para las huestes morenistas, quienes están pagando por los errores cometidos por su propio partido.

Lo que parecía imposible, en poco más de un mes de campaña, sucedió: han perdido los más de 20 puntos de ventaja que separaban a Lorena Cuéllar de la candidata de la multialianza PRI-PAN-PRD, Anabell Ávalos Zempoalteca, quien cosecha principalmente los yerros de la oposición por encima de los aciertos de los partidos que la cobijan.

Y es que, haciendo un análisis de esta contienda, se deduce que el principal causante de la estrepitosa caída de Morena nada tiene que ver con las candidatas, ni con sus equipos de campaña, sino con los caprichos de la dirigencia estatal y nacional de este partido, que decidió imponer a candidatos a alcaldes y a diputados alejados de las bases que trabajaron desde los tiempos de la campaña presidencial de AMLO.

Revisando los cambios en las tendencias de las diferentes encuestadoras, estos coinciden con los nombramientos de los candidatos a presidentes municipales, principalmente.

En contrario sentido, en la alianza los nombramientos terminaron siendo acordados por las tres principales fuerzas políticas y aunque con algunos sobresaltos, la realidad es que las heridas no fueron lo suficientemente profundas como para lacerar las posibilidades de triunfo de Anabell Ávalos.

Si a esto sumamos que la estructura estatal está mucho mejor aceitada que la federal, en donde predominan el desorden y las guerras internas, las condiciones preelectorales colocan en una situación de ventaja a Anabell Ávalos por encima de Lorena Cuéllar.

Si bien es cierto que los números hoy arrojan un empate técnico, a menos de dos semanas de la elección y con 20 puntos perdidos en mes y medio, el escenario parece iluminarse en favor de la multialianza.

Y por si algo le faltaba a Morena, las encuestas de Tlaxcala no son muy diferentes a lo que arrojan las del resto de los estados donde estarán en juego gubernaturas.

De las 14 gubernaturas —de 15 en disputa— que se daba por descontado serían para Morena al inicio de año, a 13 días de la elección las condiciones le dan por lo menos 8 a la oposición.

Es decir, que la inercia difícilmente le ayudará a la candidata de Morena, por lo que la única posibilidad de cambiar el rumbo está en la eficiencia para activar y movilizar el voto el día 6 de junio.

El tiempo nos dirá quién fue el ganador en esta guerra de estructuras.

Se abren las apuestas.

De Covid y campañas

A diez días de que concluyan las campañas electorales en Tlaxcala arreció el conflicto interno en el Partido Encuentro Solidario (PES), desde donde se ha exigido que Liliana Becerril Rojas renuncie a la candidatura para que el partido pueda registrar a Marly Juárez como su abanderada.

Lo cierto es que Liliana Becerril mantiene firme su decisión y no pretende bajarse de la postulación y más tras declinar a favor de Anabell Ávalos Zempoalteca.

En el PES ya se mueven, jurídicamente hablando, para la sustitución de su candidata, situación que difícilmente se dará.

En primer lugar, porque el plazo de sustitución venció el pasado 9 de mayo, no obstante, quien aparecerá en las boletas electorales es Liliana Becerril Rojas, pues los documentos ya están impresos. 

A pesar de que la dirigencia estatal afirme que Becerril Rojas tiene secuestrada la candidatura, lo cierto es que ya es tarde para que la remuevan, a menos que venga una orden del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Por si no fuera poco, en medio de la pandemia por Covid-19 y a pesar del llamado de las autoridades sanitarias para cuidar las medidas de salud, la irresponsabilidad social está a la orden del día.

Comenzando por los personajes políticos.

El anuncio de Liliana Becerril Rojas alertó a los aspirantes al gobierno del estado y sus equipos de campaña, así como a los trabajadores del ITE.

En el ITE se hizo una relación de asistentes al debate y de esta forma estar ciertos de que no estén contagiados.

Tras el anuncio varias candidatas se sometieron a pruebas Covid, incluso, hubo freno de las actividades políticas.

De ese tamaño es la irresponsabilidad social en tiempos de elecciones.

Vaya que políticos, pandemia y campañas son una mala combinación de la que habrá que esperar el saldo final.

Mientras tanto el reloj electoral avanza y más de uno se quedará en la orilla.

El cierre de película que nos espera.

Hasta la siguiente semana.