En la pasada marcha del 8M en Tlaxcala, llamó la atención de colectivas y reporteras un sujeto que, en lo alto del Palacio de Gobierno, fotografiaba y se burlaba hacia los grupos de mujeres.
El sujeto, identificado como “César”, ha sido famoso más que por su trabajo de fotografía, por ser protagonista en varios señalamientos por presunta violencia digital, acoso y hostigamiento desde 2010.
Ha trabajado en la administración pasada como fotógrafo, para el ayuntamiento de Tlaxcala, y en el gobierno actual en la Coordinación de Comunicación.
Por ello, las periodistas han manifestado por escrito su inconformidad al compartir espacios de trabajo con esta clase de personas, por considerarlo un presunto agresor en potencia.
Sobre todo, porque no ha intentado de ninguna manera enmendar sus conductas y, al contrario, pareciera jactarse desde su espacio de poder al saber que los actos cometidos no tienen consecuencias.
No por nada, entre reporteras se cuidan las espaldas.
Una vergüenza. (RIT)
El cochinero morenista rinde frutos
El caso del nuevo morenista, golpeador de elementos policiales y aún alcalde de Cuapiaxtla, ha escalado al punto que ciudadanos alzaron su voz para exigir su destitución ante el Congreso del Estado.
Antonio Romero, además fue exhibido por presuntas irregularidades, y hasta procesos penales, donde estaría involucrado.
Exigen juicio político en su contra.
Ante esta situación, los morenistas se desmarcaron y acusaron que no son los principios del partido.
Y de pasada se lavó las manos de cualquier situación que le involucre, eso no sin expresar que la edad y fuerza del edil no son suficientes para golpear a tres elementos de seguridad.
De ese tamaño las fichitas que compró Morena. (LS)
Normita y la vergüenza en Texmelucan
Al más puro estilo del expresidente de EEUU, Donald Trump, y sus mexicanos "bad hombres", la alcaldesa de Texmelucan, Norma Layón, despotricó contra los tlaxcaltecas culpando a la añeja inseguridad en el tradicional mercado municipal de San Martín.
Además, acusando a los paisanos que trabajan en Puebla, de “malandros”.
Norma Layón, además, se atrevió a aconsejar a los locatarios a no contratar a gente proveniente de Tlaxcala para mejorar la seguridad en el municipio.
Todo después del asesinato de un trabajador tlaxcalteca en el tianguis, pero según la alcaldesa, el único malo en todo el tianguis era el hoy occiso.
Ahora resulta que los tlaxcaltecas son los culpables de la inseguridad y vais que se ha vivido por años en ese mercado interminable.
Mejor le recomendamos asumir las consecuencias y comenzar a ordenarlo. (LS)