Ante el incremento de la inseguridad en el municipio de Xochitlán Todos Santos, pobladores aseveraron que el presidente municipal, Demetrio Vallejo Juárez, está inmiscuido con las bandas delictivas que azotan la región.

En rueda de prensa, habitantes del poblado ubicado en la Mixteca de Puebla, señalaron que el edil ha caído en diversas omisiones. Incluso, afirmaron que el 21 de septiembre, junto con un grupo de delincuentes y policías, intentó desalojar a los pobladores que mantienen tomada la alcaldía, quienes exigen la renuncia del gobierno en turno.

Y es que desde hace dos semanas, pobladores de Xochitlán Todos Santos mantienen tomada la presidencia municipal debido a la violencia e inseguridad que han aumentado en la localidad, colindante con la zona del “Triángulo Rojo”.

Por lo tanto, presentaron una solicitud ante el Congreso del Estado para exigir la revocación del presidente municipal de manera inmediata ante el incremento de la inseguridad. El documento, señala que el edil es negligente y solapa a delincuentes dedicados a la distribución y venta de drogas al menudeo.

Asimismo, aseguran que protegen a delincuentes dedicados al robo de negocios, viviendas, escuelas y ganado y hasta al crimen organizado, que ha cometido asesinatos en el municipio.

“Pedimos al Congreso del estado que ‘tome cartas’ en el asunto y proceda conforme a la Ley”, señala el documento, al demandar al mismo tiempo una auditoría a la administración municipal, pues acusan a Vallejo de mal manejo del erario y desvío de recursos de todos los programas sociales que entrega el gobierno federal y estatal en el municipio.

Afirmaron que la población que está dentro de los padrones de ayuda gubernamental no ha recibido el apoyo de las autoridades.

Además, indicaron que sostuvieron el lunes de esta semana una reunión en la sede de la Secretaría General de Gobierno (SGG), Casa Aguayo, donde el diálogo se rompió. 

Responsabilizaron al director de Gobierno estatal, Luis Carlos Migliavacca, de cualquier situación de violencia, ya que fueron amenazados con enviar a la policía estatal antimotines para desalojarlos del plantón.

Incluso, señalaron que fueron amenazados con encarcelar a los opositores al presidente municipal, si no liberaban las instalaciones del Ayuntamiento.