La iglesia católica debe cambiar o desaparecerá, sentenció el rector de la Universidad Iberoamericana Puebla, Fernando Fernández Font, luego de la controversia por oficiar una misa con música del grupo británico Coldplay.

El sacerdote y académico de la universidad jesuita señaló, en respuesta a un comunicado de desaprobación de la Arquidiócesis de Puebla, que si tenían conocimiento de lo que se haría.

El pasado miércoles, al ritmo de Viva la vida, "A head full of dreams" o "Fix you", de la banda Coldplay, se celebró la misa con alumnos, egresados y académicos.

Al respecto, la Arquidiócesis de Puebla consideró que la celebración eucarística debe ser tomada en cuenta como un momento de oración y no como una misa.

El vocero de la Arquidiócesis de Puebla, Paulo Carvajal Ramos, explicó que para una celebración religiosa es necesario respetar las normas establecidas por el Evangelio y las leyes litúrgicas, de otra forma no se puede considerar como una eucaristía real.

Cambio o extinción

En entrevista, el rector Fernández Font explicó que la UIA es una casa de estudios de inspiración cristiana, por lo que lo fundamental era decir cómo se puede hacer que sea atractiva para los jóvenes.

Con el grupo que prepara la liturgia, las misas de la comunidad, fue preguntarles qué podrían hacer que atrajera a los jóvenes y claro, nosotros sabemos que a través de la música se atrae muchísimo”, explicó.

Señaló que entonces buscaron un grupo que tuviera las capacidades de atraer a los jóvenes, que les gustara, que fuera impactante y realmente bueno.

Que sus canciones no tuvieran que ver nada ni contra el ser humano, ni contra la religión, ni contra los valores fundamentales que nosotros tenemos, y eso fue lo que pasó”, comentó en entrevista.

Por lo tanto, comentó que se eligieron las canciones hablaban del perdón, de las estrellas, del llanto, lágrimas y del amor, así como de la lucha, de reconstruirse, todos valores cristianos.

¿Cómo ve la postura de la Arquidiócesis?

La Arquidiócesis, yo personalmente hablé con el vicario episcopal, con Hugo Corona para informarle desde antes, porque yo creo que mi relación con el obispo ha sido excelente, con Don Víctor (Sánchez Espinosa) y él con nosotros, nos aprecia y valora mucho. Entonces yo me tomé la libertad de informarle con tiempo y decir vamos a hacer una misa con estas características y todo, y él me dijo adelante”, afirmó.

Sin embargo, yo creo que ante toda la reacción de otros grupos que están en contra, cada quien piensa, dice y hace lo que quiere, hay libertad, yo estoy tratando también de hacer puentes con ellos y decir, no levanten muros”.

Señaló que en el comunicado del episcopado fue muy claro y muy respetuoso al señalar que no auspicia y se deslinda de la eucaristía.

¿Qué quiere decir? Que nosotros no somos una universidad pontificia, nosotros el obispo no es el gran canciller de la universidad, nosotros solo somos de inspiración cristiana, entonces por eso no es que el obispo o el arzobispo sea la última autoridad con respecto a la actividad académica de aquí”, aseveró.

Señaló que la UIA es religiosa, pastoral y por eso dio un aviso a la arquidiócesis poblana.

Pero entonces lo que él dice no es una cosa que hemos propiciado nosotros, no la hemos inspirado, pero tampoco la estamos prohibiendo, en ningún momento dice que no podemos tener la misa y por eso yo seguí adelante con la eucaristía”.

¿Algo está fallando en la Iglesia que no ha logrado que los jóvenes se acerquen a ella?

Cuando se dan todos los cambios, a partir del Vaticano (concilio) Segundo, empezó una apertura muy importante y una renovación litúrgica impresionante. Esa evolución no puede quedarse parada, no puedes decir ya cambiamos todo lo que teníamos que cambiar porque el ser humano cambia, todo está cambiando”.

Por lo tanto, refirió, la generación de ahora no es la misma que la del Vaticano de los años sesenta o setenta.

La generación de hace 10 años, los millenials, la generación X, entonces la Iglesia tiene que poderse adaptar a esos nuevos requerimientos de los jóvenes. Porque en el fondo nos estamos jugando la existencia”, sentenció al señalar que si los jóvenes no van a sus experiencias y comunicaciones religiosas, entonces lo que va a pasar es que la Iglesia se va a quedar con puras personas adultas, “que más pronto que tarde van a desaparecer”, dijo.