Fue la lucha más cruenta, no sólo por la batalla del 5 de Mayo, sino por el amor entre el indígena bandolero Agustín Lorenzo y la hija del Corregidor. Más de 14 mil guerreros se apoderaron de las calles de Huejotzingo; músicos de banda -que no DJ-, morras, mosquetones, hedor a pólvora, gritos, danza, chiflidos, descalabrados así como hartos rayados por la cebada tronando mosquetones protagonizaron una historia que merece ir a la pantalla grande.
Pero más que presentarle el choro de siempre vea los personajes que Intolerancia Diario descubrió para usted:
EL PARAM?âDICO
De manos prietas, cuarteadas y cabello plateado, su habilidad es bárbara, más ágil que un puberto, más ingenioso que nadie, el McGiver poblano Francisco Gómez aprendió a arreglar mosquetones desde los diez años; su fuerte no serán las navajas, pero con las armas es la ley. Entrevistado en su jacal atiborrado de zacapoaxtlas (cheleando), el padre de nueve hijos, ocho varones y una mujer, tiene 56 años de experiencia en la reparación de rifles. El alumno del fallecido don Félix Peña, arropó la tradición de devolverle (literalmente) la vida a estas armas; admirador de Pedro Infante y Jorge Negrete cobra entre 40 y 60 pesos por desarmar y armar en minutos fusiles que tienen décadas de uso.Interrumpido en plena reparada, entre la bulla y uno que otro disparo, subrayó que a diferencia de 2010 la chamba estuvo baja, "prefiero cerrar temprano a esperar más clientes; ya sin máscara, envalentonados por el alcohol, se arriesga a un accidente y ponen en peligro a los visitantes".
Responsable del herraje en esta zona, no será el único pero sí el mejor, al menos así lo confirmaron los huehues que llevaron su mosquetón al improvisado taller en su casa. Y mientras las detonaciones aturdían señaló: "mire, eso no se debe hacer, un arma siempre se dispara hacia arriba no al suelo; si llega a haber piedritas van a brincar al público, por eso luego el saldo rojo, pero no entienden". Más gente llegó y el apá de las armas siguió con la resucitada.
EL HUEHUE TOQUES
?âl es un valemadristaaa, arrastra las "eses" y una que otra vocaaal; integrante del Cuarto Barrio habló del orgullo de ser zacapoaxtlaaa. Entrevistado al quitarse la calor con una caja de Coronas (cual debe ser), el pelos de púa, barba de hormiguero y el huehue más gandalla habló del orgullo de ser raza. Estudió hasta la secundaria, padre de tres hijos en casa cuidados por su ‚Äòamá, "porque pa' eso es la mujeeer", es de los contados con mosquetón de tres cargas (de 3.5 kilos y 4 mil varos). El de 32 baila en el carnaval de Huejotzingo desde los 10 años; con tatuaje de Spiderman en el cuello, tostado y ebriamente feliz comentó que para ser huehue se necesitan "huevos y ser de la zooona... si no hubiera nacido en Huejo se la mentaría a mis jefes". El mosquetón lo usó su abuelo y su padre, "que ‚Äòora el padre soy yooo"; de profesión artesano, Miguel Saloma se encarga de elaborar penachos, máscaras y todo el ajuar. Valuó su traje en 3 mil pesos. Le apodan "El Toques" porque "pssst nell, eso no se dice"; aprendió a bailar "solitooo y a tronar (ojo, el mosquetón) también solitooo", y si bien el sol de ayer freía un huevo en plena plaza central, nada como una elodia para matar la sed: "cuando uno tiene seee‚Äô no hay hora, suaviza todo y te hace el paro para pa‚Äô no te pegue", finalizó al perderse en su mundo bailando y disparando.
LA JUEZ DE HIERRO
Ella trabaja con la delincuencia, no es policía, pero sí la responsable de recibir denuncias y levantar actas. Madre de dos hijos, uno de 8 y otro de 6, desde los 2 años participan en el carnaval más vistoso de México. Casada desde hace 29, enfundarse en costosos trajes que oscilan (según ella) de 15 a 30 mil es una tradición heredada por sus abuelos y padres. Buena para la papeleada, "regular" para la cocinada, Teresa Flores aprovechó para salir a bailar con su familia. Sin descubrir el rostro para evitar ser reconocida, igual que sus hijos y esposo, la Juez de Hierro anda en la meneada desde las 3:00 horas de ayer. Fanática de la Banda Limón, mientras sus pequeños de Barney y del América, dijo estar satisfecha por uno de los más pacíficos carnavales, comparado con otros años.
SALDO BLANCO
La información oficial también cuenta, de acuerdo con el paramédico Fernando López, en los tres días que duró la fiesta se registraron aproximadamente 34 lesionados (leves) y un hospitalizado por quemaduras de primer y segundo grado, que ya fue dado de alta y se reincorporó a la bailada. En el desfile participaron 250 elementos de las corporaciones de Seguridad y Vialidad tanto estatal como municipal, Protección Civil, Cruz Roja, 066 y refuerzos en el Hospital General. Interrogado al respecto, subrayó "muchos esperan del carnaval un saldo rojo, el sensacionalismo vende, pero en el caso de esta edición no, ahora hubo más control".
Una de las batallas épicas que nada le pide a un "Romeo y Julieta" fue preparada durante todo un año; la partida de mandarinas le da sabor siempre y cuando no sea en exceso. Las clases bajas, medias, popis y gavachas se perdieron entre la danza, la música, las máscaras y el estruendo.