A tres días de que se lleve a cabo en el Vaticano la beatificación del papa Juan Pablo II, en Puebla se prepara una fiesta de 20 horas en el Seminario Conciliar Palafoxiano, lugar donde hace más de 32 años inauguró la III Conferencia del Episcopado Latinoamericana, un día que recordó el arzobispo emérito Rosendo Huesca Pacheco.


"Súbete al coche, vamos a practicar español", fueron las palabras que le dijo el papa Juan Pablo II al arzobispo Rosendo Huesca Pacheco al darle el recibimiento aquel domingo 29 de enero de 1979 durante su visita a Puebla, luego de que saludara también al gobernador del estado Alfredo Toxqui Fernández de Lara, el jerarca consideraba que sería su "examen profesional ante al mundo".


Un día después del fallecimiento del jerarca católico, Huesca Pacheco quiso recordar ante los medios de comunicación lo sucedido aquel día en que habría de inaugurarse la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, pues él junto con el gobernador Alfredo Toxqui, eran los encargados de darle el recibimiento en los límites territoriales donde comienza el estado de Puebla.


Relató que de acuerdo al protocolo, el saludo lo haría desde la ventanilla del automóvil en que viajaba, y sería hasta San Rafael Tlanalapa cuando se subiría al vehículo descubierto, mejor conocido como el "papamóvil"; sin embargo Juan Pablo II bajó de la unidad y fue a saludarlos de mano, también estaban presentes otros sacerdotes y la esposa del gobernador, Sara Basave.


Minutos después le dio la indicación "súbete al coche, vamos a practicar español", por momentos se pensó que sería una plática sobre cuántas iglesias había en la arquidiócesis, el número de sacerdotes o la situación de las sectas, pero las preguntas fueron muy diferentes: ¿cuánto gana un obrero?, ¿cuánto cuesta el litro de leche?, ¿cuánto cuesta un kilo de carne?, ¿cuánto es el salario mínimo?, ¿dónde están los indígenas?


Se le respondió (acerca de la última pregunta) que todos los mexicanos tienen un poco de indígenas, pero había grupos que conservaban usos y costumbres, pero la preocupación fue ¿tienen sus tierra?


Examen profesional


Después de la primer conversación Juan Pablo II se quedó dormido, al despertar cinco o siete minutos después, por lo que se disculpó con quienes iban ahí, que eran el nuncio Jerónimo Prigione, su secretario particular, el chofer y él; sin embargo le dijeron "no Santo Padre, es que los mexicanos además del viaje de usted somos muy ruidosos y anoche dimos "gallo", esta mañana "las mañanitas" y no lo dejamos dormir".


Tras lo anterior vino la respuesta "no, no fueron los mexicanos, cantan muy bonito, es que esta tarde el papa tiene su examen profesional ante el mundo". Esa tarde daría un discurso en la inauguración del CELAM, que marcó la ruta del pontificado, se especulaba mucho por dónde iría el jerarca. Además la prensa mundial estaba en Puebla, cadenas internacionales, en el Seminario Palafoxiano había 48 telex.


Así él decía, "va a tener el papa su examen profesional", había palabras de consuelo, "su santidad, lo queremos mucho, lo estamos esperando con gran anhelo, vamos a escucharlo gustosos, además tiene usted al Espíritu Santo."


De ahí surgió el buen humor de Karol Wojtyla, al responder "Mm... mm... el Espíritu Santo, a veces no lo escucho, y el papa se queda muy solo, muy solo."


La Ceremonia


En el seminario le correspondió al arzobispo dirigirle las palabras de saludo y lo llamó para darle un abrazo, por lo que le besó el anillo papal, después al escuchar las aclamaciones Juan Pablo  abrazaba el báculo y musitaba.


Al preguntarle a uno de los encargados de la seguridad, qué había dicho ‚Äîya que el Estado Mayor de la presidencia de la República dijo que no estarían en el altar‚Äîrespondió que el papa sólo decía "Cristo, Cristo", eso significaba que el homenaje lo hacía para Cristo.


"El papa aguanta"


Con una sonrisa Huesca Pacheco confesó "luego que se nos enferma", el motivo fue que se le hizo viajar en el Papamóvil abierto con el sol de frente, y sufrió insolación, le subió el ritmo cardiaco, la cara la tenía lastimada, entonces decretó su equipo que descansara y no bajara a comer, lo que causó tristeza pues era la primera vez, eran sólo obispos, ni siquiera sacerdotes, "los ninguneamos a todos los demás", eran cerca de 400 en todo el gran salón del seminario.


La sorpresa llegó a media comida, cuando apareció y dijo por el micrófono "el papa aguanta", y estuvo presente.


Encuentro con los hermanos separados


Una petición de Juan Pablo fue el tener un encuentro con otras religiones, aquí en Puebla entonces se convocó a judíos, musulmanes, luteranos, anglicanos, cerca de 15 grupos que llegaron con gusto y se acondicionó un salón para la reunión, entonces el equipo le sugirió ‚Äîpor su estado de salud‚Äî cancelar y mandar a su segundo de abordo, pues como a las 16:30 daría su gran discurso; nuevamente el ministro sorprendió diciendo "no, con los de otras religiones sólo yo", y así estuvo con los representantes, provocando un retraso en la gran ceremonia, pues fue más una plática personal que un discurso oficial.


El papa saludó a cada uno de ellos, a hablar de manera personal, y entabló la plática con preguntas y respuestas, era prácticamente una conferencia de prensa.


Por la noche, al verlo cansado, se pensó que sería mejor que viajara en un helicóptero Puma, pero el Estado Mayor no quiso correr el riesgo y optó porque fuera vía terrestre, todos pesaron que el lunes cancelaría actividades, pero no lo hizo, mostró una fuerza extraordinaria.