Existen varias fuentes alternativas de energía, pero ésta es un poco peculiar. El cartón es uno de los materiales que mejor se ha adaptado al proceso de reciclado alrededor del globo, sin embargo, en esta ocasión, la idea no es reutilizarlo, sino convertirlo en una fuente de energía viable. El encargado de la demostración no fue otro sino Sony, quen ha estado trabajando en este concepto de “biobaterías” durante los últimos cuatro años y pudo demostrar sus progresos en una exhibición en Tokio hace tan solo unos días.

No se trata de quemar el cartón, sino de descomponerlo gracias a la intervención de dos grupos de enzimas. La clave aquí sigue siendo la celulosa. El primer grupo de enzimas se encarga de quebrar la cadena de la celulosa, mientras que el segundo grupo se concentra en procesar el azúcar resultante, obteniendo así iones de hidrógeno y electrones.

Los electrones son enviados a un circuito externo para alimentarlo de electricidad, mientras que los iones de hidrógeno se combinan con el oxígeno del aire, formando agua. Esto convierte al proceso en “amigable” con el ambiente, y técnicamente califica como una “biobatería”. La demostración fue llevada a cabo por la gente de Sony durante una exhibición de “productos ecológicos” en la ciudad de Tokio el jueves pasado. La energía generada fue suficiente para alimentar a un pequeño soplador.

Como termitas y rumiantes

A simple vista, el concepto no es tan revolucionario, ya que se trata de algo similar a la forma que tienen termitas y rumiantes de utilizar a la celulosa como fuente de alimento. Sin embargo, el hecho de que se esté explorando su uso para aplicarlo en dispositivos tecnológicos abre unas cuantas posibilidades. Fuentes de Sony han dicho que su explotación comercial todavía está lejos, ya que los niveles de energía obtenidos no son lo suficientemente altos. Apenas alcanza para alimentar “a un reproductor digital”, pero aún no está listo para reemplazar a las baterías convencionales.

Sony comenzó sus investigaciones sobre "biobaterías" en 2007, y desde entonces ha logrado una importante reducción en el tamaño las baterías para sus dispositivos. Pero, ¿por qué no pensar en el algodón? Más del 90 por ciento de su composición es celulosa, una densidad que podría llevar a una generación de energía más alta, si es que en el futuro se puede adaptar el proceso para usar algodón.