El presidente de la Comisión de Desarrollo Social, y también miembro de la Comisión de Gobernación, Roberto Villarreal aceptó que en el caso de que no se tomen las medidas adecuadas para detonar la actividad en el Mercado de Sabores en poco tiempo se convertiría en otro “elefante blanco”.

El regidor panista aseguró que el cabildo intervendrá para sacar del olvido al Mercado de Sabores, por eso dio a conocer que elaborarán un reglamento interno para regular el comercio al interior de este espacio, así como el hacer modificaciones administrativas, normar la logística, seguimiento de actividades culturales, así como el uso de baños públicos, el número de comerciantes que cuentan con locales y limpieza para la elaboración de los alimentos.

Reconoció que la plaza cívica del Mercado de Sabores inaugurado en febrero tiene poca difusión, no existe variedad de productos y toda la comida es muy cara, además el término “mercado” no es considerado como apto para que acuda la familia.

Señaló que buscarán la forma para que el Mercado de Sabores se reactive, pues reconoció que ya que fue una herencia de la administración anterior tiene que ser explotado por los gobernantes actuales.

En coordinación con la Secretaría de Gobernación municipal trabajan en el reglamento interior a fin de que pueda aplicarse en octubre, una vez que sea revisado y aprobado por el Cabildo.

Comentó que durante las siguientes semanas los regidores involucrados realizarán inspecciones en el Mercado de Sabores sin avisar a los directivos, para dar cuanta de todas las quejas que tiene el inmueble; además, comentó que con esta regulación busca registrar más de 90 mil visitantes al mes y que sean ocupados los 175 locales.

Acusan falta de promoción

Pese a que el Mercado de Sabores se encuentra dentro del Centro Histórico, increíblemente ni los poblanos ni turistas conocen este atractivo de la ciudad por la falta de una estrategia de promoción que detone este inmueble, que fue concebido como un espacio de venta de comida típica poblana.

Entrevistados al respecto, locatarios de este inmueble reconocieron que hace falta una mayor difusión del mercado, pues aún hay muchas personas que ni siquiera conocen su ubicación.

El Mercado de Sabores está ubicado sobre la 4 Poniente —entre 11 y 13 Sur—, solo a unas cuantas cuadras de la zona centro pero aún no hay una estrategia específica para promoverlo.

De lo anterior, coincidieron los propios locatarios del inmueble que en febrero abandonaron el mercado Venustiano Carranza para instalar sus puestos en este lugar, que ahora solo cuenta con puestos de comida económica, uno que otro de dulces típicos, chalupas, cemitas, mole poblano, molotes y pozole.

Los comerciantes aceptaron que aún cuando las ventas no van nada mal, de un apoyo estratégico más profundo para incrementar la visita de turistas y poblanos que aún no saben de la existencia de este mercado. Señalaron que hace falta una mayor promoción por parte de las autoridades, pues a pesar de que organizan cierta clase de eventos los fines de semana, pugnaron por dar más difusión para detonar al cien por ciento la actividad comercial del lugar.

“No basta con la buena voluntad de los locatarios y de los ciudadanos, sino también de una mayor difusión para que se conozca a través de los diarios, radio, televisión, en los trípticos de información para turistas y que los turibuses hagan paradas obligatorias durante los recorridos que promocionan las autoridades.”

Admitieron que hay poblanos que no saben de la existencia del lugar o simplemente no saben lo que venden en su interior, lo cual obliga a que las personas y turistas solo vayan de paso.

Otro de los inconvenientes que detectaron los regidores, que han obligado a los ciudadanos a no regresar al Mercado de Sabores, es la falta de regulación en los precios de los productos, pues se ha detectado que estos se incrementaron considerablemente. Son los propios locatarios y clientes que reconocen que hay establecimientos que incrementaron sus productos, lo cual merma la capacidad e los clientes cuando visitaban el mercado Venustiano Carranza.

Por citar algunos ejemplos, hay locales donde una cemita tradicional cuesta entre 35 y 45 pesos, mientras que en otros mercados cuestan 30 pesos. Una orden de chalupas de 5 cada una, en el Mercado de Sabores cuesta hasta 15 pesos, mientras que en otros lugares no rebasan los 10 pesos. El pozole o el mole de panza cuestan hasta 50 pesos, mientras que antes los vendían en 40 pesos.