El presidente estadounidense, Barack Obama, firmó el martes con su par afgano, Hamid Karzai, un acuerdo estratégico que traza el camino de las relaciones entre ambos países tras el fin de la misión de combate de la OTAN, realizando un viaje secreto en el primer aniversario de la muerte del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden.

El Acuerdo de Asociación Estratégica afgano-estadounidense establece las condiciones para la presencia de Washington en el país luego del 2014, el plazo para la retirada de la mayoría de las fuerzas de combate de la OTAN.

Obama reconoció que se presentarán días difíciles, pero dijo que el pueblo afgano estaba tomando control de su propio futuro.

"El peso de la guerra ha sido enorme para ambas naciones", dijo Obama, y añadió que esperaba un futuro de paz.

En momentos en que Obama lucha por su reelección, también intenta mostrar su política exterior como un éxito.

Su campaña ha convertido la muerte de bin Laden en un argumento clave, y la visita del presidente al país donde militantes planearon los ataques del 11 de septiembre del 2001 contra Estados Unidos reforzará ese mensaje.

Pero también lo hará blanco de críticas de los republicanos, que dicen que Obama ha politizado la muerte del líder de la red militante.

Tras dejar Washington a última hora de lunes y volar durante la noche, el presidente llegó a la Base Aérea de Bagram antes de visitar Kabul.

Obama se reunió con Karzai en su palacio y luego hablará a las tropas en la base. Desde allí también se dirigirá al público en un discurso a las 19.30 hora del este de Estados Unidos (2330 GMT).

El discurso de Obama se centrará en el acuerdo de asociación estratégica y seguramente enfatizará sus planes de reducir la costosa e impopular guerra, en la que han muerto casi 3.000 soldados estadounidenses y de la OTAN desde la invasión a Afganistán en el 2001.

En tanto, funcionarios estadounidenses de alto rango dijeron el martes que Washington nombrará a Afganistán como un importante aliado fuera de la OTAN, la primera designación de este tipo del Gobierno de Obama.

El mandatario no tomará decisiones específicas sobre futuros retiros de fuerzas de Estados Unidos en el país hasta al menos septiembre de este año, señalaron los funcionarios.

Luego de un aumento en el número de soldados estadounidenses en Afganistán implementado por Obama en el 2009, las fuerzas aliadas han debilitado a los militantes talibanes, pero el movimiento está lejos de ser derrotado.