Al menos 46 personas murieron este martes en el día más mortífero en lo que va del año para los civiles en Afganistán, cuando 14 atacantes suicidas atentaron en una ciudad del suroeste del país y una motocicleta bomba explotó en un concurrido mercado en el norte.

La mayoría de los fallecidos compraba comida para romper el ayuno diario durante el mes sagrado musulmán del Ramadán.

Los ataques en la provincia de Nimroz, en el suroeste, y Kunduz, en el norte, se produjeron en medio de una campaña de los insurgentes talibanes y sus aliados para recrudecer los ataques a medida que las tropas internacionales entregan la responsabilidad de la seguridad del país a las fuerzas afganas.

La OTAN planea retirar la mayor parte de sus tropas a finales de 2014.

Ningún grupo reivindicó ninguna de las explosiones.

Al menos 25 civiles y 11 policías murieron en Nimroz, cuando varios atacantes suicidas con chalecos detonaron sus explosivos en diferentes zonas de Zaranj, la capital provincial, dijo el jefe policial Musa Rasouli.

No todos los atacantes lograron activar sus bombas, pues la Policía mató o capturó a varios de ellos.

Una de las explosiones ocurrió la tarde del martes fuera de un hospital cerca de un concurrido mercado lleno de gente que hacía compras para la fiesta al final del mes sagrado musulmán del Ramadán, que comienza este fin de semana, dijeron las autoridades.

El gobernador de Nimroz, Abdul Karim Barawi, dijo que hubo tres estallidos en la ciudad, pero las cuentas de los funcionarios difieren en medio del caos en la remota región donde han ocurrido relativamente pocos ataques de los insurgentes en el último año.

Por lo menos dos atacantes con chalecos con bombas y armas también atacaron el complejo del gobernador, pero fueron abatidos por las fuerzas de seguridad antes de que pudieran detonar sus explosivos, dijo Rasouli.

El subjefe de Policía de Nimroz, Abdul Majid Latifa, dijo que en total 14 atacantes estuvieron involucrados en la trama, mientras que Rasouli dio la cifra de 11. Ambos dijeron que dos de los conspiradores fueron asesinados por la Policía el lunes por la noche y tres más fueron muertos o detenidos la mañana del martes, pero diferían en sus versiones iniciales de lo que ocurrió el martes por la tarde.

Nimroz es una provincia relativamente pacífica, pero ha registrado recientemente un aumento en la violencia.

Por otra parte, una motocicleta-bomba mató al menos a 10 personas, entre ellas cinco niños, frente a un atestado bazar en la provincia norteña de Kunduz, dijo la Policía. Al menos 25 personas más resultaron heridas.

La suma de los muertos marca el día más mortífero para los civiles afganos en lo que va de 2012.