La analista soberana de Moody's en México, Ariane Ortiz, aseguró que el próximo año no habrá muchas dificultades en materia económica; sin embargo, auguró que para 2021 vendrá un momento clave en el país en el que deberá enfrentar un dilema entre gastar más o mantener el nivel de deuda estable.

La especialista destacó que el presupuesto en este rubro para 2020 refleja que la administración del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) mantendrá la postura firme de no incrementar la deuda, pero esto puede ser un arma de doble filo para 2021.

“2021 puede ser el año más difícil, si continúan como hasta ahora, puede ser un año todavía más critico por la acumulación de bajo crecimiento y recortes a un presupuesto que ya es de entrada relativamente austero”.

Desde junio, Moody’s colocó la nota de México (A3) en revisión negativa debido al peso del apoyo financiero que el soberano debe dar a Pemex y al debilitamiento en el ritmo de crecimiento económico.

“Lo anunciado no es un cambio material, está en línea con lo que esperábamos”.

De acuerdo con el plan de AMLO, para 2020 se prevé un crecimiento de entre 1.5 y 2.5%; sin embargo, la calificadora prevé un crecimiento de 1.5% en el mejor de sus escenarios.

Por otro lado, el escenario planteado en el Paquete Económico 2020 expone un aumento de 2 por ciento en la recaudación de impuestos.

“Si el gobierno mantiene su postura de no endeudarse lo que ocurrirá será un mayor recorte al gasto o un subejercicio”, explicó Ariane Ortiz.

La analista expuso que surgirán diversos problemas económicos porque el gobierno en turno puede quedarse sin espacio para más recortes al gasto (o sin ahorros una vez que haya utilizado los recursos del fondo de estabilización), por lo que sería necesario tomar más deuda.