Los feminicidios en México son un problema social que ha ido al alza en los últimos años al registrar un crecimiento del 155%, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Por si ese asunto no fuera grave, hace unos días, El Universal señaló que existen casos en el que las mujeres que pierden la vida por una situación violenta son catalogados como suicidios, pues esto representa un trabajo menor para el personal de peritos y administrativo.

Casos como el de María Fernanda en Chilmalhuacán, Estado de México en el que las autoridades hicieron investigaciones sin el protocolo correspondiente, decidieron clasificar el caso como suicidio a pesar de tener pruebas para investigarlo como homicidio.

Debido a las irregularidades del caso, al menos en dos ocasiones han exhumado los restos de la joven de 25 años, pues el caso sigue abierto.

Este hecho sucede en diversas partes del país y Puebla no es la excepción, pues están casos de Gabriela Sánchez Martínez y Zyanya Estefanía Figueroa Becerril.

Gabriela

En el primer caso, los familiares de la joven de 27 años acusaron a la Fiscalía General del Estado (FGE) para exigir que su expareja y presunto asesino, Alberto Carranza Rodríguez sea detenido por feminicidio. 

La joven que estaba embarazada, fue localizada muerta el 5 de Mayo de este año, en la colonia San Salvador en la capital del estado.

De acuerdo con las investigaciones, el caso fue catalogado como suicidio; sin embargo, la mamá de Gabriela, Julia Martínez, aseguró que ella falleció por la violencia que sufrió por parte de su expareja.

A pesar de sus manifestaciones, la FGE se ha negado a investigar el caso de nueva cuenta, por lo que hasta ahora este hecho sigue siendo considerado como un suicidio.

Zyanya Estefanía

La joven que se desempeñaba como médico pediatra en el Hospital del Niño Poblano, fue hallada sin vida el 15 de mayo de este año al interior de su departamento.

Tras las averiguaciones del caso, la FGE informó que ella suicidó; sin embargo, su familia denunció a las autoridades de no investigar el caso como feminicidio.

Los familiares de la joven de 26 años acusaron a la FGE de catalogar la muerte como un suicidio sin tomar en cuenta la perspectiva de género.

En el pasado mes de agosto, los familiares solicitaron el apoyo del médico forense Salvador Martinez, especialista de la Universidas Nacional Autónoma de México (UNAM), quien señaló que la joven no murió por ahorcamiento.

El galeno expuso que existen hay errores e impresiciones en el expediente, pues en uno de ellos señaló que Zyanya usó una mascada para ahorcarse, hecho que no coincide con la causa de muerte, pues su cuerpo fe encontrado en la bañera, pero no colgada de un tubo, tal y como mantiene la versión oficial.

Hasta la fecha ninguna autoridad ha respondido a las peticiones de los familiares de la joven doctora.

A pesar de que en ambos casos se cuentan con pruebas para reabrir los casos y reclasificarlos, las autoridades mantienen la versión de que Gabriela y Zyanya Estefanía murieron por suicidio.