Los cubrebocas o mascarillas, son elementos sanitarios que, en combinación con otras medidas de higiene, permiten a quien las porta, evitar exponerse a la contaminación o infección de diferentes enfermedades. Actualmente el uso de estos productos se ha implementado para prevenir contagios por coronavirus.

Sin embargo, no todos los cubrebocas son iguales, algunos de ellos están recomendados para uso exclusivo de personal médico, otras más suelen ser de un solo uso –por lo que es importante desecharlos-, algunas incluso, pueden elaborarse desde los hogares.

Los tipos de cubrebocas o mascarillas

Quirúrgicas

Las mascarillas quirúgicas o de grado médico tienen diferentes presentaciones, algunas llegan a filtrar del 60 al 80 por ciento las partículas presentes en un laboratorio. 

Cuando se emplean de manera adecuada, evitan la propagación del coronavirus, pues atrapan las gotículas que una persona expulsa al toser o estornudar.

Suelen estar elaboradas por capas de tela sintética, cortada de forma rectangular y con pliegues para expandir y ajustar al rostro de cada persona. Estas son desechables, es decir, de un solo uso.

Cubrebocas N95

Como el nombre del cubrebocas señala –N95-, significa que bloquea el 95 por ciento de las partículas más diminutas. También son productos de un solo uso. 

Están elaboradas con poliéster y otros tipos de fibras sintéticas, que actúan como filtro para dificultar el paso de las partículas y evitar contagios.

Este cubrebocas incluye una pieza flexible en la zona de la nariz, de forma que se moldea al rostro. Al usarse se debe asegurar que no existan espacios entre el borde de la mascarilla y la piel.

Algunos cubrebocas N95, llegan a tener válvulas de exhalación, pero estas son utilizadas principalmente en construcciones, estas no están recomendadas en quirófanos u hospitales

Cubrebocas caseros

Muchas personas han optado por diseñar sus propias mascarillas, o bien, comprar alguna hecha a mano. Su efectividad dependerá de la tela y el proceso de confección.

Incluso, los cubrebocas caseros pueden proteger de una forma similar a las versiones quirúrgicas. Es importante que estas tengan una buena cobertura en el rostro, de la nariz a la barbilla.

Para su fabricación pueden emplearse telas con alto contenido de algodón. El material deberá tener un gran número de hilos, lo que ayudará a filtrar mejor las partículas. 

Cubrebocas caseros con filtro

Estos cubrebocas son similares a los caseros, pero se elaboran con telas 100 por ciento de algodón y tienen un bolsillo para meter un filtro adicional, donde suele colocarse un filtro para café, pues estos bloquean entre un 23 y 33 por ciento de partículas.

Aunque también se ha experimentado con filtros de aire y bolsas respiratorias, pero pueden presentar riesgos por las complicaciones para respirar, incluso estos filtros contienen fibras que podrían resultar dañinas al inhalarse.

Para que una mascarilla sea eficaz debe colocarse de manera adecuada, tomando en cuenta que debe acomodarse desde la parte superior de la nariz, hasta debajo de la barbilla sin dejar espacios. El tiempo que se utilice, se debe evitar tocarla, además se debe combinar con el lavado de manos constante y la Sana Distancia.