Este día podrían colisionar un satélite ruso fuera de servicio y la tercera fase de un cohete chino usado, que flotan en órbita a unos mil kilómetros de la superficie terrestre, según datos de LeoLabs, una empresa con sede en California que rastrea los desechos espaciales.

El modelo que compartió la empresa en Twitter establece que la probabilidad de colisión es de un 20 %.

Según el astrónomo Jonathan McDowell, se trata del satélite de navegación ruso Parus lanzado en 1989 y ya fuera del servicio, y de la tercera fase de un cohete chino ChangZheng-4c que se lanzó en 2009.

Los objetos tienen una masa de 2,8 toneladas métricas y el impacto dispersaría miles de piezas más de basura espacial en la órbita, añadiendo entre un 10 y un 20 % más de desechos, lo que supondría un riesgo significativo para el buen funcionamiento de los satélites en órbita.

Con información de RT.