Una puerta cerrada no impidió que un puñado de guadalupanos pudieran rezar a la Virgen de Guadalupe, en un año que pasará a la historia por la pandemia de Covid-19. 

De este modo, desde la noche anterior, la nostalgia y luto invadió la zona que en años anteriores todo era fiesta y convivió. Este 2020 sólo es desolación y tristeza, ante la ola de muerte y zozobra que ha traído la enfermedad. 

En el recuerdo quedaron los ríos de feligreses para cantar Las Mañanitas o pasar a rezar ante la imagen de la Virgen de Guadalupe, el Covid-19, llegó a cambiarlo todo. 

En Puebla, uno de los templos más visitados cada 12 de diciembre es el conocido como La Villita, ubicado a por lo menos cinco calles del zócalo de la capital del estado. 

Ahora, donde antes había enormes filas, solo se apreció a una señora de edad avanzada hincada rezando en la puerta del templo, ayudada por una joven, para que no caiga. 

 

 

A pocos metros, otra persona de más de sesenta años, al mismo tiempo que toca la puerta y cierra los ojos, habla en voz baja en otro rezo o súplica a la madre de Dios. 

Esta es la forma en que a cuentagotas van llegando los feligreses guadalupanos de Puebla, la mayoría consciente del repunte de Covid-19, que hizo se cerrará el templo para evitar contagios del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 que ha azotado al mundo entero. 

-¿Un 12 de diciembre muy distinto?- se le preguntó a un guadalupano que se acercó a la iglesia ubicada en avenida Reforma entre 11 y 13 Sur. 

-Distinto, pero así tiene que ser, si no nos cuidamos nosotros los grandes, no sabemos dónde esté la cosa, dijo. 

-¿Cómo feligrés guadalupano entiende la situación?-

-Sí, es mejor así, porque sino la gente viene y nos contagiamos, yo cada año vengo y me vengo a persignar aunque sea en la puerta, ella (la Virgen de Guadalupe) está en mi corazón”. 

-¿Qué le pide a la Virgen? -

-Salud, salud y más salud. 

 

 

Nostalgia  

Por primera vez en la historia, el templo conocido como La Villita en la ciudad de Puebla, que sirve como centro mariano en estos festejos de cada 12 de diciembre, cerró sus puertas. 

Evitar contagios de la enfermedad producto del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 fue la premisa, ante el repunte de casos no sólo en Puebla, sino en el resto del país, por lo que se determinó cerrar, al igual que en Basílica de Guadalupe de la Ciudad de México. 

En punto de la medianoche, sólo un puñado de 46 feligreses pudieron entrar a la iglesia a entonar la canción de Las Mañanitas, con lo que se quiere demostrar el amor y fe a la Virgen Guadalupana. 

Afuera, sólo patrullas vigilantes y un grupo de trabajadores del ayuntamiento, daban de vez en cuando una orientación a quienes llegaban. 

“Quisiera uno poder entrar, pero no se puede, aunque sea de pasadita a dar las gracias es más que suficiente”, dijo una abuelita que acompañó a sus hijos con su nieta vestida de “indita” con cubrebocas como se llama tradicionalmente. 

“A cada niño hemos traído cuando son chiquitos, aunque sea venimos a persignarnos”. 

-¿Tiene miedo al Covid, respeto?-

-Quizá un poco de respeto, al cien por ciento no se qué tanto pueda ser, pero trata uno de cuidarse lo que se puede”, señaló finalmente.