Con un número de 30 a 40 defunciones diarias por Covid, la muerte ha envuelto la zona metropolitana de Puebla, donde a las afueras de los hospitales las carrozas de funerarias privadas esperan que se les avise cuando tienen que llevar a un nuevo pasajero, mientras el personal con sus trajes blancos se prepara para subir el féretro.

En medio de la "alerta máxima" con un promedio 350 casos de contagios por el virus SARS-CoV-2, el panorama no cambia. Las empresas que prestan los servicios funerarios son las que en ocasiones no se dan abasto y el costo del servicio va de los 8 mil 600 pesos a los 18 mil 600, ofrecido por una empresa debidamente requisitada.

Durante un recorrido realizado por Intolerancia a las afueras de los hospitales y cementerios con hornos crematorios, el 1 de febrero no fue festivo en la zona, pues la cifra de fallecimientos sigue al alza y muchos se niegan a respetar el decreto para suspender las actividades no esenciales, lo que es aprovechado por empresas que sólo tienen licencia de funcionamiento para la venta de ataúdes, pero no servicios funerarios.

 

 

Cholula y La Margarita con “La Parca” y  “buitres” al acecho

Los hospitales convertidos para pacientes Covid, concretamente el Regional de Cholula e IMSS La Margarita, siguen siendo el referente para demostrar cómo la tragedia se presencia diariamente en decenas de familia de Puebla, a pesar de los esfuerzos del personal médico que lucha por salvar la vida de los pacientes.

Y es en estos lugares, los hospitales públicos, donde empresas con licencia únicamente para la venta de ataúdes reciben el aviso, se presume de acuerdo con fuentes consultadas de vigilantes, e incluso trabajadores sociales para que vean inmediatamente a los familiares y les vendan el servicio.

Según la información obtenida, las empresas ofrecen el servicio, pero al no contar con capillas de velación, horno crematorio, subcontratan estos servicios, además de cobrar por trámites que deben ser gratuitos y al final los familiares de una víctima por Covid llegan a pagar hasta 30 mil pesos por un servicio que no debió rebasar los 15 mil 600 pesos.

Se desvanece el humo negro

En el recorrido realizado por los hornos crematorios del Panteón Municipal, Jardín Eterno “Santa Cruz” y el Panteón la Piedad, luego de las quejas que se presentaron quince días por el humo negro que salía de las chimeneas y el mal olor que se despedía, el ambiente ha cambiado, sólo es perceptible un poco de vapor que sale, que es un indicativo de que el equipo está trabajando.

Sin embargo, también está la espera para una cremación ya que por el creciente número de víctimas se llega a saturar el servicio, sobre todo en el mes de enero, cuando hubo más muertes por día que en el mes de julio.

En el Panteón Jardín ubicado en la 3 Sur, un pequeño cortejo esperaba a las afueras, ya no se puede ingresar como antes mientras no pase la pandemia.

Medidas contra abusos

Empresarios debidamente establecidos recomiendan a los familiares que no se dejen sorprender por quienes están a las afueras de los hospitales públicos, y que ahora con la tecnología busquen en Google empresas debidamente establecidas y las contacten.

Indicaron que la funeraria que contraten cuente con capilla de velación, y cuidar no pagar por el certificado de defunción, que es gratuito.

También se debe aclarar cualquier duda sobre el tipo de ataúd, y en caso de los utilizados para trasladar una víctima Covid, debe sanitizarse y desecharse.