Al respecto, el secretario de Medio Ambiente y Servicios Públicos, Alejandro Fabre Bandini precisó que la supervisión que se mantendrá en el basurero de la capital tiene la intención de fortalecer las estrategias para impedir escurrimientos de los líquidos que se generan por la descomposición de los desechos.
Indicó que las fuertes lluvias que se han registrado en la capital y las que se esperan en los próximos meses pueden rebasar la capacidad de almacenamiento de los lixiviados del lugar y en consecuencia generar un foco de contaminación.
Por ello, como medida inmediata se vació una de las lagunas que evaporan estos líquidos para dejarlas a nivel mínimo con la intención de ampliar su almacenaje y evitar algún desbordamiento.
Aseveró que la supervisión es permanente por parte de personal de la dependencia y de la empresa concesionaria RESA para prevenir cualquier anomalía en el funcionamiento de estos sistemas.