Además de la importancia religiosa del beato Juan de Palafox y Mendoza, su obra política está vigente al haber sido una de las primeras autoridades que llegaron a poner orden en Puebla ante los malos funcionarios.

Por medio de una representación teatral organizada por la agrupación Puebla Legendaria que dirige Galo Velázquez, ayer inició la difusión de la obra del obispo en el siglo XVII, en un acto donde estuvo como invitado el obispo auxiliar, Eugenio Lira Rugarcía.

Recorriendo el zócalo donde recordaban la ubicación original de la fuente de San Miguel, la plaza de toros, la picota y un busto al rey Carlos V, todo ello en los nueve años en los que el obispo estuvo en Puebla.

Más allá del sentido religioso, los actores vestidos de indígenas, deteniendo el tráfico tirándose al piso en la avenida Juan de Palafox, señalaron que los colegios y hospitales están ahí.

En su narración sostuvieron que el beato se adelantó a su tiempo, y sin mencionar la orden de los jesuitas por su nombre, recordaron que lo mandaron a asesinar al haber puesto orden. Durante su estancia en Puebla se dio la buena administración y en ese tiempo no hubo abusos de las autoridades.