La Dirección de Protección Civil municipal gasta de 800 a 4 mil pesos por cada una de las emergencias falsas que se atienden, debido a que se generan gastos innecesarios como pago de horas hombre, tiempo, desgaste de vehículos, gasolina y uso de artículos de rescate.

Y es que con la entrada de la temporada vacacional, autoridades municipales se encuentran “en jaque” por el incremento de llamadas falsas atendidas por los teléfonos de emergencia.

De hecho, en el último mes la dependencia ha atendido alrededor de 70 llamadas de emergencia que van desde falsos deslaves de cerros, explosiones, caída de casonas, personas atrapadas, desbordamientos de ríos e incluso casos de rescate de animales.

En promedio, el Centro de Emergencia y Respuesta Inmediata (CERI) recibe alrededor de 10 mil llamadas diarias, de las cuales 8 mil por lo menos son falsas.

Un primer caso se registró ayer, cuando una persona desconocida hizo una llamada en la que reportaba la caída de una casona ubicada en la 9 Oriente 207 en el Centro Histórico, para lo cual elementos de Protección Civil y Bomberos se dirigieron al lugar.

El director de Protección Civil, Gustavo Ariza Salvatori, destacó que a las 5:00 horas de ayer una persona habló al número de emergencia, informando que se había caído el techo de este inmueble y que había personas al interior, situación que resultó falsa.