El alcalde de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, señaló que fue un “malentendido administrativo” la actuación de los policías municipales que llegaron a las afueras de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción para detener a los escoltas del sacerdote Alejandro Solalinde Guerra, quienes participaban en la marcha hacia la ciudad de México en defensa de los migrantes.

El munícipe dijo que el “asunto ya fue aclarado”, y que sólo sabían de la llegada de la Caravana por La Paz, pero no de que Solalinde Guerra viajará con escoltas asignados por el gobierno del estado de Oaxaca.

Se trató de un mal entendido que no pasó a mayores, una vez que se resolvió el problema por la vía legal.”

El sacerdote Solalinde Guerra y los migrantes se dirigieron al Distrito Federal para plantear a los legisladores que haya un refuerzo en la seguridad de los migrantes, quienes en su paso por llegar a la frontera con Estados Unidos sufren violencia, abusos sexuales y secuestros.

Los hechos ocurrieron la tarde del domingo cuando durante una ronda de vigilancia elementos de la corporación, adscritos al Sector 4, fueron alertados por un ciudadano de un vehículo en la colonia Aquiles Serdán en cuyo interior se apreciaban armas de fuego, lo que alarmaba a un grupo de personas.

Los uniformados atendieron el reporte, encontrando la unidad de la que dos personas se identificaron como responsables, refiriendo ser elementos de seguridad pública del estado de Oaxaca.

Por protocolo de seguridad, ambas personas fueron trasladadas a las instalaciones de la SSPTM, donde exhibieron la documentación que acreditaba su dicho, verificándose la misma por parte de esta corporación.