La junta auxiliar La Resurrección se convirtió en la tercera demarcación en certificarse como “Comunidad Promotora de la Salud”, acción que forma parte de los trabajos impulsados por el ayuntamiento para obtener —en diciembre próximo— la certificación como “Municipio Promotor de la Salud” de manos del gobierno federal.

A partir del 12 de septiembre se han izado banderas blancas, símbolo de la certificación “Comunidad Promotora de la Salud” en Ignacio Romero Vargas y San Jerónimo Caleras, grupo al que se sumó La Resurrección.

La regidora titular de la Comisión de Salud, Xóchitl Barranco Cortés, en representación del edil Eduardo Rivera Pérez, pidió tanto a los alumnos de la secundaria técnica 35, como a los vecinos de La Resurrección, convertirse en promotores de la salud para complementar el trabajo que se ha hecho con los alumnos y maestros del plantel, a quienes se ha capacitado para tener una escuela segura, propiciar los espacios libres de humo de tabaco y acceso para personas con capacidades diferentes.

Los trabajos

La certificación que recibió La Resurrección es resultado de poner en marcha un Comité de Salud activo y capacitado, además de 15 procuradoras de salud que se suman a otros 18 promotores voluntarios independientes al comité y al trabajo de prevención de adicciones que realizan los Grupos Chimalli.

En general, se ha trabajado en 36 indicadores que promoverán y mejorarán la salud de los habitantes de La Resurrección, dijo la integrante del cuerpo edilicio.

“Todo este trabajo representa un proceso continuo que ha sido iniciado y que seguirá trabajándose durante los tres años de la administración 2011-2014, encabezada por Eduardo Rivera”, explicó ante pobladores reunidos en la plaza cívica de la demarcación.

Las mismas autoridades izaron en la plaza cívica de La Resurrección la bandera blanca, símbolo de que esa junta auxiliar ya es una comunidad promotora de la salud; ahí los doctores Yee González y Reyes Díaz pidieron a los presentes fomentar el autocuidado por medio del aseo personal, el lavado de manos, aunado al cuidado del agua, y una alimentación adecuada.